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MARÍA SUÁREZ
OVIEDO.
Jueves, 12 de diciembre 2019, 03:23
El Real Oviedo afrontó ayer la última sesión a puerta abierta de la semana y el cuerpo técnico, con Javi Rozada a la cabeza, no ocultó que su idea para sacar puntos ante el líder, el Cádiz, pasa por ser muy efectivo en campo contrario. Algo en lo que insistió a los suyos con frecuencia en las diferencias situaciones de juego que ensayó el técnico ovetense.
La sesión trajo consigo tres ausencias reseñables, las de Borja Sánchez, Sangalli y Juanjo Nieto. El extremo ovetense ya no se entrenó el martes debido a una gastroentiritis y esa misma dolencia le impidió formar parte del trabajo por segundo día consecutivo. En el caso de Nieto, el golpe que recibió el martes durante uno de los partidos en dimensiones reducidas le obligó no solo a abandonar la sesión ese mismo día sino que también lo mantuvo al margen del grupo ayer.
El defensa castellonense, que sufrió el impacto de Ortuño en el tobillo izquierdo durante un lance del juego, no saltó al césped de El Requexón con los demás y habrá que esperar a hoy en la sesión a puerta cerrada para ver si puede volver a la dinámica de grupo con normalidad superadas dichas molestias. La novedad, también de signo negativo, fue la ausencia de Marco Sangalli, al que unas molestias físicas le obligaron a mantenerse al margen del trabajo grupal también por precaución.
Las bajas de ayer dejan a tres de los once titulares habituales de Javi Rozada en la enfermería, por lo que el cuerpo técnico se vio en la necesidad de preparar el choque ante el Cádiz ayer con cinco efectivos del filial: Obeng -habitual en la dinámica del primer equipo-, los hermanos Javi y Jorge Mier, Josín y Steven. No así Riki, de vuelta al trabajo del Vetusta tras iniciar la semana con el primer equipo.
Las buenas noticias las protagonizaron Arribas y Joselu. El central madrileño, que se retiró el martes al sentir molestias en un tobillo, volvió ayer a la dinámica y se ejercitó con normalidad, por lo que está disponible para el partido del domingo en el Carlos Tartiere. Joselu, por su parte, sigue avanzando en su recuperación y durante la sesión de ayer dio un paso más en su vuelta al trabajo de grupo. El delantero onubense no completó la sesión con el resto de compañeros pero sí la mayor parte de la misma, en la que se ejercitó al mismo ritmo que los jugadores disponibles.
El entrenamiento, dinámico y con una parte inicial orientada al físico, acabó con un trabajo destinado a simular contextos de salida de balón que podrían darse ante el Cádiz. Rozada pidió a los suyos que se desplegaran rápido a la contra y que fueran efectivos generando peligro ante el líder.
«No quiero que nos instalemos en campo contrario, dejaos de tenerla. Es salir rápido a la contra y acabar jugada, acciones de dos o tres pases» apuntó. El propio técnico ovetense insistió en la importancia de estos últimos dos encuentros. «Llegarán las vacaciones pronto, pero ahora son diez días a piñón, quedan tres partidos y dos son decisivos» concluyó en referencia a Cádiz y Racing, además de la Copa del Rey.
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