Real Oviedo | Tres partidos de sanción para Rozada

El Comité de Competición confirmó ayer la sanción que tendrá que afrontar el entrenador del Real Oviedo, Javi Rozada, tras su expulsión el pasado domingo en Vallecas. Una resolución que contempla 'solo' tres partidos de suspensión, aunque no es la primera vez que el técnico ve la roja por sus protestas a pie de campo. El ovetense, que ya fue expulsado por esa misma razón hace poco más de un mes, no podrá estar en el terreno de juego contra el Alcorcón, este sábado, y tampoco lo hará en Lugo ni en la visita del Tenerife al Tartiere. Será su segundo entrenador, Javi Benavides, quien, como ya ocurrió tras la expulsión de Rozada en el Sardinero, tome los mandos del equipo durante esos tres encuentros de Liga.

La ausencia del técnico carbayón coincide además con un periodo de la competición liguera en la que los azules se miden a rivales directos como Lugo o Tenerife y en el que tiene la presión -y casi la obligación- de ganar al Alcorcón para meter a más rivales en la pelea por huir de los puestos de descenso.

Rozada, que se disculpó en la rueda de prensa posterior al partido ante el Rayo, no recibió un castigo mayor que, dada su reincidencia, podría haber sido de cuatro partidos. El entrenador del Real Oviedo, que debuta este año en Liga, ya protagonizó un episodio similar en El Sardinero, algo que el Comité suele tener en cuenta a la hora de incrementar las sanciones habituales en uno o dos partidos más por reincidencia. Entonces las protestas de Rozada hacia el árbitro acabaron con el técnico azul dentro del campo y varios jugadores reteniéndolo con el fin de evitar que se acercara al colegiado al final del partido. Rozada fue sancionado con dos encuentros y se perdió los duelos ante Málaga y Almería. Un castigo inferior al que recibe ahora.

En esta ocasión fue el penalti señalado a favor del Rayo Vallecano lo que desató la ira del entrenador azul. Según el acta redactada por el colegiado, Trujillo Suárez, Rozada fue expulsado por «entrar dentro del terreno de juego, protestando de forma ostensible y con los brazos en alto», además de tener que ser «sujetado por miembros de su club». El documento presentado ante el Comité también incluyó el momento en que el técnico arrojó a modo de protesta una botella al terreno de juego.

El propio Rozada, después del calentón inicial, reflexionó tras el paso por el vestuario y pidió disculpas por su actitud, que le llevará a vivir desde la grada al menos seis de sus primeros 25 partidos en el fútbol profesional, y esa muestra de arrepetimiento podría haber influido en la sanción definitiva.

En su última comparecencia, el director deportivo del club, Francesc Arnau, manifestó su apoyo a Benavides y al resto de cuerpo técnico a la vez que matizó que «hay que afrontar las consecuencias de lo que se hace». Además el catalán destacó que el equipo está preparado para dar el «paso al frente» necesario.