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RAMÓN JULIO GARCÍA
OVIEDO.
Lunes, 5 de octubre 2020, 01:22
Los resultados no están siendo los esperados, ya que después de cuatro jornadas el Real Oviedo no conoce la victoria. Tres empates y una derrota es el saldo de los de Ziganda antes de afrontar el próximo domingo el derbi ante el Sporting. Los azules se agarran a las sensaciones y la competividad que el equipo ha demostrado en situaciones extremas, como las experimentadas el pasado sábado, ante el Albacete, jugando en inferioridad durante 70 minutos y con dos futbolistas menos en la última media hora.
El técnico azul escribió en la pizarra del vestuario del Francisco de la Hera de Almendralejo, la pasada temporada, 'no hay tregua' y eso se ha convertido desde entonces en el lema de un equipo que tiene como una de las señas de identidad: competir siempre y en cualquier circunstancia. El técnico está apostando en el inicio de temporada por el mismo 'modus operandi' que utilizó la pasada temporada y que al final permitió la salvación del equipo. Su admistración de los recursos de la plantilla se basa en lo que se demuestra en los entrenamientos por encima de las jerarquías del vestuario y siempre con la premisa innegociable de la entrega durante los 90 minutos.
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El resultado es un equipo que pelea desde el minuto incial hasta el final en todas las líneas y que hace los partidos largos, consciente de que se pueden resolver en cualquier momento.
Ahora, con tres puntos en la clasificación, el equipo necesita dar un paso más, que pasa por mejorar el rendimiento ofensivo. Ante el Cartagena, el equipo fue mejor, pero falló ante el gol. Contra el Mirandés, salvó los minutos iniciales de la segunda mitad, sucedió algo parecido. En el caso del encuentro ante el Espanyol, el Oviedo comenzó bien y tampoco acertó en ataque, lo que acabó dando vida al equipo más poderoso de la categoría, que cuando la tuvo no perdonó.
El encuentro ante el Albacete fue distinto. Por primera vez el equipo se puso por delante en el marcador y tenía encarrilado un partido que se complicó por errores propios. Esos fallos fueron que al equipo le cogieron dos veces la espalda y esas jugadas acabaron en sendas expulsiones. Primero fue Arribas y luego Nieto. Acciones que tuvieron una gran similitud. Eso le costó al equipo tener que sufrir en un partido que lo tenía todo para ser la primera victoria de la temporada.
Sin embargo, en esas adversas circunstancias, el grupo también creció y ofreció algo que va camino a convertirse en una seña de identidad del equipo: la contundencia defensiva. Con dos jugadores menos, el equipo apenas concedió ocasiones al rival y acabó sumando un punto que acabó sabiendo a triunfo.
Además, el Oviedo confirmó el acierto en la incorporación del meta Joan Femenías, que fue el héroe del equipo y está respondiendo a la confianza de Ziganda con intervenciones de mérito. Ya lo hizo ante el Mirandés, pero el sábado volvió a ser determinante, con un penalti detenido y otras dos paradas de mucho mérito a sendos remates de Ortuño y Zozulya.
Todo apuntaba a que Brazao iba a ser el titular, pero hasta ahora Femenías se está consolidando bajo los palos y tiene crédito para seguir siendo el elegido.
El domingo el equipo deberá afrontar un partido especial con las ausencias de Arribas y Nieto, dos jugadores que son de los fijos para Ziganda desde la pasada campaña. Será la primera prueba para el fondo de armario de la plantilla ovetense para esta temporada en la que los nuevos todavía no han aparecido.
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