Rozada se despide emocionado de los jugadores y trabajadores

La jornada de despedida en El Requexón comenzó en torno a las nueve de la mañana cuando el ya exentrenador azul Javi Rozada llegó al aparcamiento de la ciudad deportiva oviedista. El propio técnico ya había anunciado ayer, a su salida de las oficinas del Tartiere, que pasaría a despedirse de la plantilla y de los trabajadores del club, lo que le mantuvo en torno a los tres cuartos de hora en el interior de las instalaciones.

El ovetense quiso despedirse personalmente de la primera plantilla, que estaba citada a las nueve. En ese periodo en el que permaneció en El Requexón coincidió también con dos de los hombres que estuvieron presentes en la reunión del día anterior en la que se comunicó su destitución. Tanto el director deportivo, Francesc Arnau, como el asesor económico del Grupo Carso, Federico González, acudieron también a El Requexón en una jornada marcada no solo por el adiós definitivo de Rozada, sino, especialmente, por la llegada del nuevo titular del banquillo azul.

Durante la estancia de Rozada en las instalaciones se le pudo ver caminar varias veces por el patio exterior para entrar en varias dependencias a despedirse. También para desear lo mejor a la plantilla con la que inició la temporada, la del filial, que ahora dirige Emilio Cañedo.

El ovetense estuvo siempre acompañado por el que fue su segundo entrenador, Javi Benavides. A diferencia de Rozada, este seguía con ropa del club ya que, aunque no continuará en el cuerpo técnico del primer equipo, sí estará ligado a la estructura del club, con unas funciones aún por determinar.

Javi Rozada, que se reunió en torno a un cuarto de hora con el que fuese su equipo, llegó visiblemente afectado para afrontar esta última jornada en El Requexón e, igualmente, lo abandonó con paso ágil y los ojos vidriosos.

Al salir de las instalaciones, cabizbajo y emocionado, el ovetense no quiso hacer declaraciones y, tras dar las gracias a los medios de comunicación, se despidió con un «ya nos veremos».

Su adiós se produjo justo un cuarto de hora antes de que llegase su sustituto en el cargo, un 'Cuco' Ziganda que apareció acompañado por el responsable de Relaciones Institucionales, César Martín, y su segundo, Binjen Arostegi.

Tras media hora larga de presentaciones, procedió a dirigir su primera sesión. El navarro, que con las prisas se olvidó su reloj y usó el del preparador de porteros, Sergio Segura, pudo reencontrarse allí con un jugador al que ya dirigió en el Bilbao Athletic en la temporada 2016-2017, Tarsi, mediocentro del Real Oviedo B.