Riki vuelve a casa para quedarse

Una de las sorpresas más agradables de la pretemporada del Real Oviedo está siendo la irrupción del centrocampista del filial Riki en el equipo, cuyas actuaciones pueden abrirle la puerta del primer equipo. El ovetense regresó esta temporada al club procedente del Langreo para jugar en el Vetusta, pero por el momento se mantiene en la primera plantilla y está siendo uno de los jugadores más utilizados por Egea.

El canterano está disfrutando de esta nueva etapa en el club y tratando de aprovechar la oportunidad. El jugador pasó ayer por la sala de prensa y reconoció que está «muy contento» porque para él es «un orgullo después de haber pasado por las inferiores, estar aquí con ellos disfrutando al máximo, entrenando lo mejor posible».

El camino de Riki hacia el primer equipo no ha sido sencillo. En estapa juvenil salió cedido al Astur, luego regresó al División de honor y tras cumplir esa etapa fue cedido al Tineo, posteriormente al Marino y finalmente acabó la pasada temporada en el Langreo, donde su buena temporada en Segunda B le sirvió para regresar al conjunto ovetense, en principio, para el Vetusta.

Sin embargo, eso ahora ya quedó atrás y el jugador está centrado en seguir progresando «tuve que salir unas cuantas veces del club, pero si es para volver y estar en el filial y el primer equipo bienvenido sea». Además, reconoce que esas etapas también le ayudaron para tomar contacto con la realidad del fútbol y seguir creciendo «en Tineo, Luanco y Langreo, conocí a gente que está de vuelta en el futbol profesional, trabajando, aprendiendo de ellos, conviviendo con ellos y viendo lo que es la vida real», explicó el centrocampista.

Respecto a esas salidas del club, algo que tiene claro el jugador es que hay que asumirlo aunque es «complicado, sabes lo que hay» y por eso se agarró a sus ganas de ser futbolista: «Si tienes confianza en ti mismo sigues trabajando, disfrutando del fútbol aunque sea en otro lado. Sabía que le llegaría la oportunidad y ahora lo que quiero es aprovecharla, hacerlo lo mejor posible y a disfrutar».

El jugador trata de adaptarse a la nueva situación y asegura que «se nota mucho la diferencia en el ritmo, al principio me costó más, sobre todo las primeras semanas, luego fui poco a poco». Sin embargo, para que eso le resultara más fácil contó con la ayuda de los compañeros que asegura «desde el primer día me acogieron muy bien».

Su posición en el campo puede ser tanto como mediocentro o como enganche con la punta. En ambas ha tenido minutos esta pretemporada y la posibilidad de que el técnico opte por jugar con un delantero le abre más opciones. En este sentido, Riki explicó que lo que le pide Egea es que «juegue fácil, que no me complique con el balón, que esté tranquilo y que intente aportar lo máximo al equipo».

Su adaptación es más rápida porque ya conocía a muchos de los jugadores que subieron esta temporada del filial, con los que había coincidido en etapas anteriores. «Desde el primer día me acogieron muy bien, estoy muy contento, ya conocía a bastantes de haber estado aquí y estoy muy a gusto, la verdad que el trato es genial», afirmó el jugador, que no oculta que está «disfrutando a tope». Para él, compartir vestuario con jugadores profesionales supone «un orgullo».

Riki destaca la calidad de los componentes de la primera plantilla con los que ahora está compartiendo vestuario, «hay muy buenos futbolistas,» y pone como ejemplo de ello a «Tejera o Saúl, por ejemplo, son de mucha calidad y cada día te sorprenden e intentas aprender de ellos. Lo que quiero es disfrutar y que te enseñen lo máximo posible durante entrenamientos y si puede ser durante los partidos como en pretemporada, genial».

Respecto a la posibilidad de poder debutar con el club del que es seguidor desde niño sería especial y asegura que «para eso estoy aquí, para eso trabajo. Sé que mi sitio es el filial, que voy a estar abajo y cuando tenga alguna oportunidad en el primer equipo intentaré aprovecharla».

La pasada temporada en el Langreo el director deportivo era Michu, ahora máximo responsable de la parcela deportiva carbayona. A Riki eso le ayuda: «Tener a gente con la que ya tienes trato te da mucha confianza». «Siempre que hablo con él me dice que esté tranquilo», afirma. También le ayudan los otros canteranos que «están más acostumbrados también me lo dicen, que todos han pasado por esto».