Chisco García
OVIEDO.
Jueves, 15 de febrero 2024, 01:06
Las relaciones entre el fútbol y la política casi siempre son complicadas y en Oviedo aún más que en otras plazas. Los vínculos entre el ayuntamiento y el principal club deportivo de la ciudad han vivido episodios de toda índole, con un punto de inflexión en 2003, cuando se buscó la creación de un equipo que ocupase el lugar del histórico club, que terminó siendo salvado por su afición, pese a la oposición de muchos actores de la vida municipal tanto públicos, como privados. Ahora, el Grupo Pachuca empieza a sentir en sus propias carnes lo complicado que es convivir con los intereses políticos de unos gobernantes que siempre antepondrán su beneficio al de la entidad.
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Recordar los pasajes vividos con el Oviedo ACF revuelve los sentimientos de un amplio sector del oviedismo, que además identifica a algunos protagonistas de la política municipal con aquel descabellado proyecto que pretendía imponer un club de fútbol a los aficionados. Ahora, todos intentar negar la realidad vivida en aquellos tiempos, pero la historia, si bien admite arrepentimientos, no puede ser cambiada al gusto de los protagonistas.
Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, y Martín Peláez, presidente de la entidad azul, fijaron como una de sus prioridades estrechar lazos con el equipo de gobierno. Todos entienden que las buenas relaciones entre el club y el consistorio es una buena noticia para sus intereses, pero el camino no siempre es sencillo.
Hay dos bazas importantes que gestiona el grupo de trabajo que lidera el alcalde de la capital, Alfredo Canteli: el Carlos Tartiere y el patrocinio de la camiseta. En el primer caso, el club sabe que tiene el uso del estadio en unas condiciones muy ventajosas y que suponen un ahorro importante en cuanto a mantenimiento y gastos de conservación. En el segundo, el Oviedo viene ingresando alrededor de 400.000 euros anuales, según los últimos datos disponibles, por lucir en la camiseta 'Oviedo origen del Camino'. Esa cifra es importante para la entidad y repercute de forma directa en el tope salarial del club para conformar la plantilla.
A cambio, los nuevos propietarios del club azul se han mostrado siempre muy cercanos a las peticiones emanadas desde la casa consistorial. El acto organizado para poner la primera piedra de la ciudad deportiva que se iba a instalar en Latores coincidió en plena precampaña de las pasadas elecciones municipales y el Oviedo brindó todo el foco al que iba a ser candidato a repetir con el bastón de mando.
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Siguió la vinculación del club con la presencia de Martín Peláez en el acto de presentación de la candidatura de Canteli y también en un acto de campaña electoral para presentar el proyecto de mejora de los accesos al Tartiere, con el anuncio de la construcción de unas escaleras mecánicas. El golpe definitivo llegó en la noche electoral cuando el presidente oviedista acudió al hotel del Partido Popular para participar en la celebración de la victoria.
En la mente de todo el Grupo Pachuca estaba poder recibir a cambio las gestiones necesarias para llevar adelante sus proyectos y ahí comenzaron las fricciones entre ambas partes. Las obras de mejora del Tartiere -iluminación, megafonía o videomarcadores- sufrieron algunos retrasos por culpa de las licencias y dieron paso al primer enfrentamiento público entre el Oviedo y el Ayuntamiento. «En todas las reuniones con el Ayuntamiento siempre hubo buena voluntad, pero pocos hechos. La mayoría del Ayuntamiento siempre ha mostrado buena predisposición, pero querríamos algo menos de voluntad y más hechos encima de la mesa», llegó a manifestar públicamente Martín Peláez, lo que provocó un fuerte enfado en el alcalde, con una reacción inmediata en la ausencia de los invitados del ayuntamiento a la fiesta de cumpleaños del presidente oviedista.
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Encima de la mesa siguen las obras que hay que acometer en la cubierta del estadio bajo el riesgo de tener que retirar las nuevas pantallas instaladas por problemas de seguridad.
Las mejoras en los accesos al estadio tienen con la mosca detrás de la oreja a los dirigentes azules. Los presupuestos municipales para 2024 no tienen partida asignada para la ejecución de la obra para instalar la escalera mecánica y sólo se recoge una cantidad para el proyecto, lo que seguro aplazará la obra, en el mejor de los casos, para el año 2025. En la entidad azul se contaba con tenerla disponible en este año.
La ciudad deportiva puede ser la gota que colme el vaso. Aunque desde el club se niegue la sensación de haber sido engañados, todas las promesas hechas sobre la agilización de trámites legales acabaron estrelladas en las advertencias que algunos técnicos hicieron a los protagonistas sobre lo complejo de instalar en esa zona la nueva ciudad deportiva. La ambición de la foto en precampaña pudo con la prudencia que requería una actuación de ese estilo y las consecuencias se ven ahora: el Oviedo deberá iniciar el proyecto de cero en otra ubicación, siendo los terrenos de La Manjoya los que parecen mejor posicionados.
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En el seno del oviedismo siempre hay una sensación de sospecha sobre las relaciones entre el ayuntamiento y el club. Los hechos no hacen más que ratificar esas reticencias a ver a los políticos cerca del balón. Son los nuevos dirigentes los que están obligados a entender a marchas forzadas cómo funcionan la política y los políticos en España.
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