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Chisco García
Oviedo
Viernes, 20 de octubre 2023, 01:41
«Estoy bien. Ya ha pasado ese tramo complicado y estoy en proceso de recuperación, pero me encuentro bien y con motivación. Creo que todo irá a mejor». El mensaje de Víctor Camarasa no puede ser más esperanzador para él y de, alguna manera, para ... todos los que están atravesando un problema similar al del valenciano. El centrocampista azul confirmó que desde el punto de vista médico ya tiene el alta, «pero seguiré trabajando con el profesional con el que estoy».
El camino para llegar a un problema de salud mental nunca está definido: «Son muchas sensaciones. Es impotencia, no saber qué te pasa. No fue cuestión de una semana y hubo un día en el que ya no podía más». Cuando se llega a esa situación cualquier persona afectada se enfrenta a su primer gran muro y Camarasa así lo entiende: «Lo más duro seguramente sea reconocerlo, es algo que hoy en día no se cuenta tanto y desde aquí animo a todo el mundo a que lo haga. Me sirvió y creo que le puede servir a mucha gente. Es algo muy importante».
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CHISCO GARCÍA
Aunque nunca tuvo que enfrentarse a una situación como la que vivió en el último mes, Camarasa sí había experimentado situaciones complicadas durante el proceso de recuperación de su lesión en la rodilla: «Había pasado días de llegar a casa y estar mal, pero enseguida encontraba la motivación. Mi lesión de rodilla la sufrí durante tres años, pero no llegué a pasar lo que pasé ahora con esto». Ese cambio en la percepción de su situación personal también le hace ver los problemas de salud mental con otros ojos: «Antes no podía entender cómo alguien con todos los medios, con todo de cara en la vida, podía sentirse así. Y en realidad es un cúmulo de cosas lo que te hace estar mal».
Cuando se habla de problemas de este estilo en futbolistas o deportistas de élite son muchas las personas que no creen posible que puedan pasar por ellos al pertenecer a un mundo con más facilidades que la media. «Este es un mundo en el que haces lo que te gusta, tienes dinero, entrenas por la mañana y luego tienes tiempo libre... Hay gente que no entiende que pueda estar mal y no la culpo, pero somos personas y cada uno tiene sus problemas. Eso hay que entenderlo», explicó Camarasa.
Analizando su situación, el futbolista valenciano asumió como propio un error de alargar en exceso el tiempo para dar el paso y buscar ayuda: «Diría que no hay que aguantar tanto. No por ser futbolista o tener una vida idónea no puedes tener problemas, hay que saber parar y permitirte estar mal». Tampoco se trata de banalizar estas situaciones: «No quiere decir esto que a la primera de cambio tal, pero cuando ves que no, parar y buscar ayuda. Esto último ayuda muchísimo».
Cuando un personaje público vive un proceso así suele ser elegido como ejemplo, mucho más si como Camarasa consigue dar paso adelante y superar una situación adversa, él no sabe si lo es, pero tiene una cosa clara: «Espero que sirva a los demás, porque seguro que le pasa a mucha gente. Estamos sometidos a presiones, a nuestros problemas del día a día como cualquier persona».
Desde el momento en que da el paso de pedir ayuda, hasta ahora, ha habido un proceso complejo de recuperación: «El primer día que hablé con el profesional con el que estoy trabajando le dije que no encontraba motivación para entrenar», el primer remedio fue complejo de asimilar: «Me dijo que tenía que aislarme totalmente de lo que es el fútbol, pero yo pensaba que esto tendría que pasar, porque no puedo estar sin trabajar y sin jugar al fútbol». Pese a todo hizo caso y se apartó del día a día de un futbolista: «Me marché fuera unos días con mi pareja y estuve entrenando, jugando a tenis y haciendo cosas que me ayudaron y que necesitaba. Gracias a ese aislamiento del futbol pude volver poco a poco».
Querer estar siempre al máximo nivel tampoco fue una ayuda para él en este proceso: «La autoexigencia ha sido uno de los principales problemas». Camarasa entiende ahora que: «A lo mejor estaba dándole más importancia a una cosa que salía mal que a cinco que salían bien». Esa sensación le llevó a un callejón: «Creo que siempre puedo dar más, pero a veces, sencillamente, no se puede. Por cualquier razón. Eso me afectó mucho, tengo esa confianza en mí y la perdí y luego ya vinieron cosas que no podía controlar».
Recuperar la ilusión por sentirse futbolista está siendo un apoyo muy importante para Camarasa: «Jugar es lo que más me gusta, disfruto haciendo esto y soy un afortunado. Tengo que aprovecharlo. Estoy encantado de entrenar cada día, de jugar cuando tenga que jugar y seguir con esto». En este aspecto ha estado más que apoyado en todo momento: «Me he sentido muy arropado por todo el mundo. Estoy agradecido a todo el club, a la afición, a la prensa, compañeros... Es de agradecer porque fueron momentos complicados. Me aislé totalmente de las redes sociales y me centré en mi familia y amigos, ellos me empujaron a solucionar esto».
El momento de reencontrarse con el vestuario también le generó algunos temores: «Tenía un poco de miedo a ese primer día de entrenamiento, la verdad». Esas dudas duraron muy poco: «Me sentí muy cómodo y fue genial volver a entrenar con el grupo, todos me lo han puesto muy fácil». Lo que tiene claro es que no puede pensar en que todo está resuelto: «Puedo considerar que estoy bien, pero es un proceso y no hay que ir con prisa porque si no lo cuidas puede volver a pasar».
El trato que recibió de Álvaro Cervera y Luis Carrión fue impecable y también les está muy agradecido: «Cuando llegué hablé con el míster y me dio su confianza, no me metió ninguna prisa. Se puso a mi disposición y eso me ha ayudado, claro. Con Cervera hubiera sido similar, porque ya antes de parar me mandaron mensajes él y su cuerpo técnico. Él es una figura que me ha ayudado bastante».
Ahora que ya ha vuelto a jugar se siente cómodo con la nueva idea del equipo: «Ahora tenemos un modelo de juego diferente que creo que a mí me viene mejor» y siente que no será sencillo hacerse con la titularidad: «En líneas generales, nuestro centro del campo es la hostia. Da gusto entrenar con ellos. Está caro jugar y estoy contento por ello, toca esperar mi oportunidad».
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