El pasado sábado en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Burgos, el entrenador del Real Oviedo deslizó su preocupación por el estado físico de alguno de sus jugadores, sin decir quién era. Tras el encuentro reconoció que se trataba de ... Santi Cazorla, que llevaba un par de días con fiebre a causa de una amigdalitis. La respuesta del '8' a esos problemas de salud fue completar su primer encuentro de la temporada y además hacerlo echándose al equipo a la espalda y siendo uno de los más destacados.
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El propio centrocampista reconocía con cierta ironía que lo había pasado regular con la amigdalitis y, sobre todo, que percibe inquietud por su estado físico «Noto que hay bastante miedo a que me pueda lesionar, pero tengo buenas sensaciones», advirtió sonriente después del partido ante el Burgos.
Hasta ahora se veía al de Fonciello como un frasco de esencia para administrar en pequeñas dosis, pero la realidad de la competición ha cambiado esa percepción. Además de poner su calidad al servicio de las acciones a balón parado o de dar pases que otros jugadores no son capaces ni de imaginar, está aportando trabajo defensivo. El pasado domingo ante el Burgos una de las jugadas más celebradas fue una recuperación de balón suya.
En la décimo tercera jornada es el séptimo jugador de la plantilla que más minutos ha disputado, 833. También se ha convertido en uno de los cinco jugadores de la plantilla que hasta ahora ha participado en todos los encuentros de liga. Los otros cuatro son el portero Aarón, el defensa Dani Calvo, el extremo Sebas Moyano y el delantero Alemao. La única precaución extra que se tuvo hasta ahora con Cazorla fue que no viajara a Ávila para el encuentro de la Copa del Rey. El elevado número de lesiones que está pasando el equipo en estas semanas hace que el pasado domingo el entrenador solo realizara cuatro cambios, mientras que en otras ocasiones solía agotarlos.
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La presente temporada está siendo muy diferente para el capitán azul respecto a la pasada, cuando se incorporó al equipo después de una larga inactividad, arrastrando además molestias de pubis que le obligaron a hacer la pretemporada al margen de sus compañeros, más pendiente de recuperarse que de la puesta a punto. El curso pasado debutó en la séptima jornada ante el Valladolid, la primera con Luis Carrión en el banquillo, y salió en el añadido.
A partir de entonces fue sumando minutos poco a poco y fue titular por primera vez en la décimo tercera jornada ante el Alcorcón. En la trigésimo primera, frente al Racing de Santander, fue sustituido en el tiempo añadido y en la cuarenta ante el Espanyol acabó el partido en campo. Sin embargo, en la penúltima ante el Andorra se lesionó a la media hora y eso le hizo perderse el resto de la temporada hasta el partido de vuelta del 'play off' ante el Espanyol.
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Cazorla saltó al campo pese a no estar en las mejores condiciones y disputó la última media hora de partido. Eso lo pagó agravando la dolencia que le hizo que en la pretemporada no pudiera participar en ningún encuentro. Sin embargo, si le permitió completar un trabajo que le llevó a estar disponible para la primera jornada.
La diferencia con la campaña anterior es clara, ya que a estas alturas solo acumulaba 170 minutos repartidos en siete encuentros. Al final sumó 998 en 25, incluyendo el del 'play off' y una hora ante el Manresa en la primera eliminatoria de la Copa del Rey.
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