Humo azul y voladores antes de partir para la batalla

El oviedismo ha empezado este sábado su peregrinación a Barcelona con una previsión de más de 2.000, aunque no todos los que puedan estar dentro del estadio. No obstante, otra parte importante de aficionados viajará de noche y llegará el mismo domingo, día del partido entre el Espanyol y el Real Oviedo, a la Ciudad Condal. Clamor.

La expedición oficial partió del Carlos Tartiere a las cuatro y media de la tarde, con dirección al Aeropuerto de Asturias, donde esperaba un chárter con unas 200 plazas para el equipo, dirigentes, empleados, patrocinadores o familiares. A su llegada el equipo se desplazó a Hospitalet, donde tenía el hotel de concentración en el que velará armas hasta el partido.

El grupo más numeroso de aficionados fue el que saldrá a las once de la noche del aparcamiento del Carlos Tartiere. Los siete autobuses de la Aparo que tienen por delante doce horas de viaje, con paradas de 45 minutos en Logroño y Zaragoza. Un grupo de estos aficionados ha apurado las gestiones para poder tener una entrada.

A lo largo del domingo seguirán llegando oviedistas de muchas partes del mundo. Muchos volarán desde Santander y Bilbao. Otros, un grupo de 66, en un chárter organizado de urgencia.

En el último entrenamiento de la temporada el equipo se hizo foto de familia y la mayoría de los jugadores estuvieron hablando con el exportero Esteban, que acompañado de su hijo Mario, dio ánimos a todos y, en especial al entrenador Luis Carrión con el que charló algo más. Este sábado, emprendía viaje por carretera para estar en el Stage Front Stadium.

El último entrenamiento del equipo tuvo una sorpresa inesperada, voladores al principio y traca y fuegos artificiales al final, la culpa fue de un oviedista del barrio de Ventanielles, Manuel Amado.

El aficionado azul explicó el motivo de esta sorpresa «conozco a Santi Cazorla y a su hermano Nando y había quedado con él». El motivo de la cita no era otro que «me iba a dar la firma de todos los jugadores de la plantilla para tatuármela en el gemelo de la pierna izquierda».

La pirotecnia es algo que surgió después «tenía pólvora en casa y me dije 'la voy a liar'». Por eso se plantó en el camino de acceso a El Requexón y desde allí procedió a animar el inicio de la sesión. El lateral Pomares, como buen valenciano, al escuchar la primera explosión soltó un «señor pirotecnia por començar la mascleta», habitual en las Fallas.

Manuel Amado se declara oviedista «desde que tiene uso de razón» y está confiado en que el equipo va a ascender y también de que «la voy a liar muy gorda en Barcelona».

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