Dulce derrota en Ipurúa para el Oviedo

El Real Oviedo eligió el camino más difícil para meterse en el 'play off' y poder pelear por el ascenso. Los azules cayeron derrotados ante el Eibar, en un partido loco, pero el gol de Víctor Moreno que dio la victoria al Villarreal B ante el Racing, metió a los oviedistas como sextos.

Los ovetenses tendrán precisamente como primer rival al Eibar, que fue superior a los azules, aunque ante una eliminatoria no sirven los resultados anteriores, ni las sensaciones.

El encuentro comenzó bien para los ovetenses, que se adelantaron con un gol de Borja Sánchez, a los cinco minutos, pero luego otro penalti muy dudoso supuso el empate. Antes del descanso los armeros ya estaban por delante en el marcador. Tras el descanso, pese a empatar, el equipo se descompuso en los minutos finales y cayó derrotado, pese a los dos goles de Borja Bastón.

La única novedad en la alineación del Real Oviedo fue la presencia de Paulino, en sustitución de Santi Cazorla. El cántabro ocupó la mediapunta, mientras que Masca estaba en la banda derecha del centro del campo. No obstante, intercambiaron sus posiciones en algunas situaciones de partido.

El inicio del encuentro fue el soñado por los azules, que después de contener la respiración en un lanzamiento de falta de Aketxe, marcaron en la primera ocasión en la que se acercaron a la portería de Luca. La jugada la empezaron por la izquierda Borja Sánchez y Alemao. El balón acabó en la derecha, desde donde Viti colgó al área, donde Borja Sánchez se adelantó a su marcador para batir a Luca con un disparo seco.

El partido se ponía muy de cara pa los de Luis Carrión que podían esperar al Eibar y además afrontar el partido con lo más difícil hecho. Los ovetenses estaban cómodos en el campo y se veía la posibilidad de poder hacer el segundo en alguno de los contraataques que intentaba el equipo buscando a Alemao.

El gol sentó especialmente bien a Borja Sánchez que asumió el liderazgo del equipo y buscaba el balón por todas las zonas del campo. Sin embargo, otra vez una decisión arbitral cambió el signo del encuentro. En esta ocasión fue un penalti señalado por mano de Paulino en un remate de Nolaskoain. El cántabro tenía la mano pegada al pecho y no parecía que ocupara espacio. Desde el VAR ni pidieron a Guzmán Mansilla que fuera a revisar la acción. Aketxe transformó el lanzamiento en el empate.

Los ovetenses acusaron el golpe y cedieron el control del partido al conjunto armero. Colombatto y Seoane tenían muchos problemas para hacerse con el balón y jugarlo con criterio. Tampoco Paulino tenía su día y cometía muchas pérdidas, alguna de las que aprovechó el Eibar para empezar a asediar a Leo Román, que estuvo providencial en un remate de Mario Soriano.

Los locales se adelantaron con una jugada por la derecha de su ataque en la que Cristian centró y Sergio León se adelantó a toda la defensa para cabecear al fondo de la red.

Un jarro de agua fría para un Real Oviedo que a los cinco minutos parecía que iba a poder tener una tarde más tranquila y sin tener que mirar demasiado a otros campos, en los que el marcador no se movía.

En el descanso Carrión dejó en el banquillo a Masca y dio entrada en su lugar a Dubasin para que jugara por detrás de Alemao. Buscaba el técnico más movilidad y aparción por los costados. En los minutos iniciales de la reanudación pareció dar resultado y el equipo llegaba algo más. Fue un espejismo, puesto que el Eibar era el que llegaba a la portería contaria y hacía que Leo Román tuviera bastante más trabajo que Luca.

Las noticias del gol del Sporting ante el Eldense llegaban a Ipurúa y Luis Carrión trató de revitalizar el equipo con dos nuevos cambios. Retiró a Paulino y Borja Sánchez para meter en el campo a Borja Bastón y Sebas Moyano, era una apuesta por un juego más vertical.

La grada azul se animó con el gol del Villarreal B y el equipo también pareció dar un paso al frente y empezó a frecuentar a Luca. Borja Bastón remató primero al larguero y luego acertó para hacer el emparte en un centro de Alemao.

El empate hizo que el conjunto carbayón se volcara sobre la portería de Luca y eso fue su sentencia, ya que el Eibar mató al contraataque. Primero Corpas y luego Stoichkov volvieron a dar la vuelta al marcador y volver todas las miradas a Villarreal.

El gol postrero de Borja Bastón no se celebró en comparación con el final del encuentro del Racing, que suponía que los azules iban a jugar el ´play off´ por primera vez desde el ascenso a Segunda.

La celebración de los jugadores con la afición incluyó un manteo a Cazorla, uno de los jugadores más coreados por los aficionados ovetenses.

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