El Oviedo vuelve a las andadas

El Real Oviedo volvió a las andadas y no puede respirar tranquilo después de caer ante el Girona con un gol del exoviedista Bárcenas. Los azules entraron mal al partido, aunque luego se rehicieron, pero les volvió a faltar pegada en ataque.

El once azul presentó una sorpresa, la entrada de Obeng en la delantera para acompañar a Blanco Leschuk. Eso supuso que Nahuel pasara a la izquierda y Borja Sánchez quedase en el banquillo.

El partido respondió desde el inicio a lo esperado, un Girona dispuesto a llevar el peso del juego y un Real Oviedo cómodo esperando. Los catalanes tenían el balón y empujaban. Los locales esperaban no muy atrás y no pasaban por muchos apuros. Los delanteros presionaban bien la salida entre los tres centrales catalanes y eso hacía que el dominio no se tradujera en ocasiones.

La creación azul se limitaba a buscar a Blanco Leschuk con los saques de portería y poco más. Nahuel no estaba fino y Sangalli corría por todas las zonas del campo sin llegar a participar mucho en el juego. Los azules parecía que se iban sacudiendo el dominio visitante y eran capaces de tener algo más el balón y empezar a asomarse a la portería de Juan Carlos, que apenas tuvo que intervenir.

A la media hora se tuvo que retirar del terreno de juego, lesionado, Blanco Leschuk, y su plaza la ocupó Borja Sánchez, que entró por la izquierda y Nahuel pasó a ser segundo delantero.

Las fuerzas estaban igualadas y los ovetenses ya vivían algo en el campo contrario, aunque las ocasiones no llegaron hasta que Édgar González remató rozando el poste un centro de Borja Sánchez. Además, los oviedistas reclamaron un penalti por derribo de Cristóforo a Tejera, que el árbitro ni siquiera quiso que fuera revisado por el VAR.

El descanso llegó sin que hubiera pasado nada relevante ni imprevisto en la primera mitad y todo quedaba pendiente para la segunda.

La reanudación se pareció mucho a los minutos finales del primer acto, ya que los de Ziganda seguían teniendo al Girona bastante alejado de su portería y eran capaces de tener el balón y moverlo con cierto criterio hasta llegar a la frontal donde morían casi todas las acciones. Una contra en la que Borja Sánchez falló en el último pase a Nahuel y un remate de éste último, a la media vuelta fueron las más claras.

Sin embargo, cuando estaba llegando menos el que acertó fue el conjunto visitante y lo hizo por medio de un exazul, Bárcenas, que se hizo con un balón en el lateral del área y tras un par de recortes sacó un disparo cruzado que sorprendió a Femenías.

La reacción de Ziganda fue cambiar el dibujo del equipo que pasó a jugar con tres centrales. Entraron Rodri y Borja Valle por Obeng y Diegui, mientras que Édgar pasó a ser el tercer central, con Lucas y Nahuel de carrileros.

Los ovetenses insistían sobre la portería visitante y dispusieron de un par de buenas ocasiones de Rodri, pero en una remató desviado y en la otra ni llegó a un balón que parecía fácil. Además, reclamó un penalti que no pareció.

Los azules insistían, pero fueron incapaces de encontrar la portería de Juan Carlos. A a conclusión del partido fue expulsado Ziganda por protestar.