IVÁN ÁLVAREZ
Domingo, 5 de mayo 2019
Satisfacción en el rosto de Sergio Egea al término del partido. A pesar de solo haber podido conseguir un punto, el técnico azul se mostró contento por la imagen proyectada por sus discípulos ante un de los mejores conjuntos de la categoría. Fue un ... día especial para el preparador argentino, que regresaba al banquillo del Carlos Tartiere después de un paréntesis de tres años.
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«Las sensaciones son inmejorables. Tengo que agradecer a todos elrecimiento. Vuelvo a un lugar donde estoy fenomenal. Esta afición se merece lo mejor y un equipo que compita, como ha hecho esta noche ante un rival que ha justificado porque está ahí arriba», afirmó.
Durante su comparecencia, insistió una y otra vez en que está muy orgulloso de los futbolistas que entrena. «Ya lo dije días atrás, son grandes profesionales, todos sabemos como es la Segunda. Se compite mucho y bien. Y nosotros estamos en la carrera», subrayó el preparador, consciente de que todavía «hay tiempo». «Con este plantel podemos jugar en cualquier campo y ganar. Compitieron ante un gran equipo muy bien trabajado. Tiene mérito haberle generado ocasiones y casi ganarle», añadió Egea.
Una de las cosas que quería el preparador era que su equipo fuera protagonista sobre el campo, intimidando al rival en su terreno de juego. La actitud le dejó un buen sabor de boca. «Presionamos muy bien, sabíamos de la salida del balón del Granada e intentamos contrarrestarlo en campo contrario», indicó antes de apuntar al gol del Granada como clave en el desarrollo del juego. «Nos generó ansiedad», destacó el entrenador.
El público del Tartiere disfrutó de un equipo agerrido que, sin embargo, pecó de precipitación en la segunda parte, donde dejó crecer al adversario. «La impaciencia nos pudo», puntualizó Egea, «hasta el tanto apenas nos habían creado ocasiones de gol».
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Todas las conclusiones que saca el entrenador azul son positivas. Ahora, señala, toca recuperarse y acudir a La Rosaleda en busca de tres puntos que enganchen definitivamente al Oviedo a la zona alta.
Uno de los aspectos que destacó el equipo fue en el plano físico. No cree Egea que, en la segunda parte, haya podido pasar factura el alto ritmo impuesto en los primeros 45 minutos. «Al final del partido estuvimos muy intensos», ejemplifica el técnico, que achaca el bajón del juego al tempranero gol del Granada, «que provocó las prisas en sus futbolistas, ya tenían prisa por llevar el balón al área contraria».
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«Tenemos una autoestima bárbara y ganas de sumar lo más posible para llegar al 'play off'», concluyó.
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