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Construir una ciudad deportiva nunca fue tan complicado como lo está siendo para el Grupo Pachuca. El máximo accionista del Real Oviedo no deja de encontrarse con trabas en su proyecto estrella para la entidad azul y las últimas llegaron con el ... resultado de las catas en los terrenos elegidos en La Manjoya y que determinaron contaminación por la presencia de pirita. El presidente del club carbayón, Martín Peláez, acompañado por el director general, Agustín Lleida; la directoria de negocio y operaciones, Estela Caicoya; y la directora de comunicación, Laura González, mantuvieron una reunión con el alcalde de la capital asturiana, Alfredo Canteli, en la que le entregaron los informes y sellaron el acuerdo de ir de la mano para explorar todas las posibilidades que hay para seguir adelante con el proyecto.
Hace 22 meses, se llegó a poner la primera piedra de lo que debería ser la nueva casa del Oviedo en Latores. Los problemas administrativos dieron al traste con la posibilidad y el club buscó una nueva ubicación y eligieron una parcela de 7 hectáreas en La Manjoya. El acuerdo económico con los propietarios, las familias Cosmen y Lago, era total y todo quedo a expensas de contar con los informes necesarios para poder dar luz verde al proyecto que el Grupo Pachuca tiene preparado para la ciudad deportiva oviedista.
Al término de la presentación de Nacho Vidal, Lleida respondió a una pregunta sobre la ciudad deportiva sembrando dudas: «Pensábamos que iba a ser más rápido de lo que está yendo. Veremos el resultado de los informes de estas semanas y en el momento en el que tengamos algo cerrado, lo anunciaremos». El anuncio llego en primer lugar para Alfredo Canteli que se refirió a la situación sin aportar mucha más luz, pero dando la versión del consistorio: «Están mirándolo, el ayuntamiento tiene un certificado del 2002 en que se dice que está totalmente descontaminado, pero ahora hay una normativa que dice algo contradictorio, esto es una decisión del Oviedo y el ayuntamiento estará apoyándolo a muerte».
Hay que remontarse más de 20 años atrás para ubicar los trabajos que se llevaron a cabo en la zona para eliminar los restos minerales de la antigua fábrica de explosivos que hubo en la zona. La parcela elegida quedó en perfectas condiciones y obtuvo los parabienes del Principado en las cuestiones ambientales. Incluso, una parcela contigua que tiene restos de pirita almacenados consiguió el visto bueno. El cambio en las normas medioambientales son las que ahora ponen en riesgo la operación.
Desde el Oviedo no se traslada ninguna decisión definitiva. Los gestores azules aguardarán a conocer las opiniones de los técnicos municipales que analizarán la información aportada en el día de ayer y sólo si tienen la plena certeza de que es posible desarrollar el proyecto como lo tienen previsto seguirán adelante con sus planes y en caso contrario deberán volver a la casilla de salida y empezar a buscar una nueva ubicación.
Canteli fue el primero en mostrar su deseo de que la nueva instalación oviedista se mantenga dentro del concejo de Oviedo y no contempla una ubicación fuera de sus fronteras, si bien se mostro menos contundente que en anteriores ocasiones: «Espero que no, sólo puedo decir eso». Unos terrenos en la zona de La Lloral, en San Claudio o retomar la idea de ubicarla en los terrenos del centro ecuestre del Asturcón, podrían volver al escenario, pero nadie quiere dará por perdida la zona de La Manjoya que es considerada como mejor opción, si bien la extensión no es tan grande como los dirigentes pretendían tener en un principio.
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