Cervera sube la intensidad en El Requexón

Y así lo ha hecho en la primera sesión que ha tenido de trabajo tras la del martes, que sirvió solo como toma de contacto y se completó a las pocas horas de aterrizar en Asturias. ¿El resultado de esa impronta? Casi dos horas de entrenamiento en las que el cuerpo técnico mantuvo en constante movimiento al equipo. Con los parones justos para recuperar, Cervera y los suyos diseñaron una sesión en la que se trabajaron desde acciones defensivas en banda -con el fin de evitar centros- hasta reducidos en los que, si se perdía el balón, se defendía en inferioridad.

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Encima de todos y cada uno de los jugadores, el ecuatoguineano hizo gala de su estilo directo y sincero en cada apreciación, corrección o inferencia, e instó a los suyos a no negociar ni la intensidad ni el esfuerzo: «ahí no pueden centrar», «apretamos la salida», «encima, no le pierdas de vista», fueron algunas de las aseveraciones del propio entrenador durante los ejercicios tácticos. Es más, en alguno de ellos amenazó de manera muy ilustrativa como «pitar pasivo» -como en el balonmano- cuando le parecía que los futbolistas no imprimían el ritmo que él estimaba necesario.

Quienes no participaron de esta primera sesión larga de trabajo fueron los lesionados. Koba, Dani Calvo, Miguelón, David Costas, Sangalli y Borja Sánchez, se retiraron al interior de las instalaciones tras la charla inicial. Costas aún aquejado del golpe en las cervicales que le hizo ser baja para Albacete, sigue entre algodones por lo comprometido de la semana. Con la baja de Tarín por sanción, es el único central que no sale de lesión muscular y que podría recuperarse a tiempo para acompañar a Luengo en el eje de la zaga. Borja Sánchez, por contra, volvió ante el Albacete y recayó de su molestia muscular, la misma que le hizo abandonar el martes la sesión en el calentamiento y que le hace ser baja desde entonces.