El 'play off' del Real Oviedo pasa por Eibar

El Real Oviedo hizo los deberes y goleó al Andorra, con más problemas de los previstos, pero tendrá que esperar a la última jornada ante el Eibar para confirmar su presencia en el 'play off'. Los azules para meterse entre los seis primeros tiene que hacer lo mismo que hagan el Sporting y el Racing de Santander en sus encuentros ante el Eldense y Villarreal B, respectivamente. Ninguno de los dos equipos se juega nada en esa jornada. Por su parte, el Eibar se juega el ascenso directo para lo que tiene que ganar al conjunto ovetense y que el Leganés pierda ante el Elche. El encuentro de este domingo dejó la mala noticia de la lesión de Santi Cazorla, a la media hora de partido, lo que complica su participación en Ipurúa. El de Llanera llevaba toda la semana entre algodones y se resintió de esa dolencia.

El encuentro de este domingo se complicó en la primera mitad, cuando el equipo estuvo a merced del Andorra, pero tras el descanso el equipo reaccionó con un gol de Masca. Minutos después, Paulino redondeó el marcador con sus dos tantos.

La alineación de los azules fue la misma de la pasada jornada ante el Espanyol. Santi Cazorla repitió en el once, por delante de Colombatto y Seoane, pero en el inicio del juego bajaba a recibir de los centrales para construir las jugadas.

El ambiente invitaba a ir a por el partido de forma más frontal, pero el equipo ovetense mantuvo su propuesta habitual de tejer jugadas con calma y esperar la oportunidad. El Andorra esperaba y con algo de fortuna fue el primero en disparar, aunque ni Lobete, ni Molina lo hicieron con convencimiento y el primero mandó alto y el segundo a las manos de Leo Román, después de un error de Seoane en el centro del campo.

Los visitantes estaban bien posicionados y discutían la posesión a los azules que pronto se dieron cuenta de que el partido no iba a ser nada fácil.

El equipo necesitaba más frescura y no encontraba la forma de atacar el dispositivo de los andorranos. Las bandas no funcionaban y por el centro el atasco era considerable. Los visitantes cada vez tenían posesiones más largas y estaban más cerca de Leo Román.

Por si eso fuera poco, cuando los oviedistas estaban sometidos, perdieron a su jugador más importante, ya que Cazorla se resintió de sus problemas físicos y tuvo que ser sustituido por Paulino. Eso supuso un cambio de dibujo, ya que Masca pasó a jugar como segundo delantero, por detrás de Alemao. Paulino ocupó la banda derecha del centro del campo.

El partido cada vez estaba poniéndose más cuesta arriba. El balón apenas duraba en poder de los locales que perdían una y otra vez en el centro del campo. El Andorra tenía controlado el juego, pero afortunadamente para los azules eran inocentes en el ataque.

Si con Cazorla en el campo el equipo no estaba funcionando bien, sin él la realidad era bastante peor. No había buena circulación de balón, ni juego directo para compensarlo. Eso hizo que Ratti tuviera una primera mitad de lo más tranquilo. La única oportunidad llegó en una falta cometida sobre Borja Sánchez en la frontal. La botó Seoane, pero estrelló el balón en la barrera. Hasta el final los carbayones no se acercaron a la portería visitante.

El Andorra probablemente se fuera al descanso lamentando la oportunidad desaprovechada para tener el marcador a su favor, ya que cerró la primera parte con un 61% de posesión, algo poco habitual en el Carlos Tartiere desde la llegada de Luis Carrión.

Sin embargo, el paso por los vestuarios le sentó muy bien a los ovetenses que en la primera jugada se adelantaron en el marcador. Leo Román despejó un balón que Alemao disputó y le cayó a los pies de Colombatto. El argentino vio a Masca que controló, se perfiló y busco el palo, donde el portero no pudo hacer nada para evitar el tanto.

En la jugada siguiente Paulino tuvo la oportunidad de casi sentenciar, pero al final no acertó a rematar. El equipo parecía dispuesto a simplificar su juego y evitar pérdidas, lo que además se encontró con el acierto de Masca.

El partido ya era otro y las prisas del Andorra fueron un arma muy efectiva para los ovetenses que empezaron a tener espacios y cada vez contratacaba con más peligro. Sebas Moyano y Dubasin entraron por Borja Sánchez y Masca, para tener más velocidad todavía.

Así fue como Seoane encontró a Paulino que tiró una pared en la frontal que pegó en un defensa y el rechace lo aprovechó el propio Paulino para marcar. Al borde del final Paulino volvió a marcar, después de recibir una asistencia de Sebas Moyano.

El triunfo aliviaba a un Oviedo que encontró todo el empuje posible en la grada. Ahora, toca ir a Eibar y repetir el mismo resultado que el Sporting y el Racing.

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