Precaución con Luismi y Sangalli

La lluvia y las bajas temperaturas están marcando la semana de trabajo del conjunto carbayón, pero no hacen que baje la intensidad con la que los azules preparan el choque ante el Girona del próximo domingo (20.30 horas).

No fue así en la sesión de ayer, la primera con algo de intensidad tras la regenerativa del lunes, y la última que el equipo llevará a cabo a puerta abierta. Los carbayones se ejercitaron durante más de hora y media con la habitual baja de Edu Cortina -único lesionado del grupo-, y la ausencia de Luismi.

El mediocentro gaditano está siendo uno de los jugadores más destacados del equipo pese a llevar solo una semana con el grupo, y aunque no se le ha notado la fatiga física en los dos partidos que ha disputado de Liga, lo cierto es que ayer no se entrenó con normalidad por precaución.

El futbolista carbayón, que se ejercitó al margen de sus compañeros, llevaba más de un año de inactividad entre las lesiones y la falta de oportunidad en el Real Valladolid, por lo que se ha optado por prevenir en cuanto a su carga de trabajo. Habrá que esperar al inicio de la sesión de hoy jueves -a puerta cerrada- para ver si salta con el resto de plantilla a ejercitarse sobre el verde con normalidad.

En esa misma tesitura está un Marco Sangalli que sí se entrenó con el grupo la mayor parte de la sesión, pero que no completó el trabajo con el resto también precaución. El extremo se retiró a vestuarios cuando el equipo ensayaba, con él en banda, acciones de ataque en superioridad numérica.

Pese a esas dos ausencias, ambas de jugadores con un hueco seguro en el once, no parece que el técnico Javi Rozada vaya a tener más bajas para viajar el sábado a Girona que la de Edu Cortina, de cuya lesión en el tobillo aún no se sabe el alcance pero hasta el momento le impide trabajar con normalidad junto a sus compañeros.

El entrenador carbayón subió la intensidad de sus correcciones también en un entrenamiento en el que los suyos trabajaron con balón de cara a mejorar la circulación del esférico, las ayudas y la correcta ejecución de las m arcas. Tras hacer especial hincapié en cómo hacer esa presión, el cuerpo técnico dio protagonismo al ataque dividiendo al grupo en dos y ensayando en área contraria con superioridad. El trabajo concluyó con el habitual partido en dimensiones reducidas.

Con el primer equipo trabajaron Riki, Obeng y Jorge Mier, efectivos del filial a los que se unió Vanderson tras la marcha de Sangalli.