La pasión azul se desata en un Tartiere entregado

La fiesta en el Carlos Tartiere fue de las que se recordarán, ya que nunca se había vivido un ambiente de entrega al equipo como el de ayer. Una grada que rozó el lleno, completamente volcada con los suyos, celebró el gol y lamentó el tanto anulado, que hubiera dado una ventaja importante.

No se recuerda el estadio tan azul de camisetas, banderas y bufandas, una uniformidad solo rota por los que se decantaron por las camisetas rosas, que también fueron muchos. Con excepciones 'vintage', la mayoría llevaban el '8' y el nombre de Cazorla.

Tras el recibimiento en la calle de Alejandro Casona, la afición tenía claro que la mejor forma de vivir la previa era dentro del campo. Las puertas se abrieron hora y media antes y ya había colas. Sesenta minutos antes del encuentro ya había unos 20.000 espectadores en las entrañas del Tartiere. Se coreaban las canciones y se animaba al equipo para ir calentando gargantas.

El momento estrella de la previa fue la actuación de Melendi, que interpretó 'Volveremos', uno de los himnos azules. Y lo hizo con un coro de casi 30.000 personas. Las gargantas oviedistas que le acompañaron de principio a fin se estregaron al ver más cerca que nunca la posibilidad de cumplir la letra de la canción que acompañó al equipo en su travesía por el 'barro'. Antes, la banda de Gaitas Ciudad de Oviedo interpretó el 'Asturias, patria querida' y, después, durante la salida de los jugadores al campo, el himno del equipo. La afición estaba entregada y no dejaba de animar.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, asistió al encuentro, junto al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, y la delegada del Gobierno, Delia Losa. También acudieron, entre otros, el presidente del PP en Asturias, Álvaro Queipo; el alcalde de Siero, Ángel García 'Cepi'; Jacobo Cosmen, presidente de Alsa Grupo; Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, y José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea.