El Oviedo recupera su identidad

La victoria no solo supone tres puntos, ya que también ayuda la aspecto moral del equipo tras los tres últimos tropiezos y les deja en una buena posición ante el próximo encuentro en el Carlos Tartiere ante el Zaragoza.

La alineación de los de Luis Carrión fue probablemente la más sorprendente desde su llegada. El técnico catalán optó por un cambio de sistema para presentar de inicio un 4-4-2, con Masca por detrás de Alemao. Sin embargo, las sopresas fueron la presencia de Pomares en el lateral derecho en sustitución de Bretones. Pomares no tenía minutos desde el 13 de enero ante el Amorebieta, cuando jugó de central. También fue sorprendente la presencia en el once de Borja Sánchez, por primera vez desde su regreso.

Las imprecisiones marcaron el inicio del encuentro, con dos equipos muy conscientes de lo mucho que se jugaban. Los azules tuvieron más aplomo para combinar en los metros finales y amenzaron nada más empezar con un remate de cabeza de Masca. El balón fue a las manos del portero.

La apuesta de los ovetenses era de tener el balón y para ello tanto Paulino, como Borja Sánchez tenían tendencia a irse hacia el centro y ofrecerse en el inicio del juego. Sin embargo, el peso del encuentro parecía recaer en los locales que tenían algo más de posesión, pero eso no significaba peligro para Leo Román.

El partido era de poco colmillo por parte de los dos equipos y las ocasiones eran tibias, sin apenas hacer trabajar a los porteros. Los ovetenses estuvieron ordenados en defensa y pese a que la presión de los de arriba no era tan insistente como en otros encuentros, apenas hubo situaciones de peligro.

El equipo ovetense echó de menos algo de profundidad por las bandas, pero Viti y Pomares tenían bastante con guardar la espalda de Paulino y Borja Sánchez, que fueron más centrocampistas que extremos. Ambos querían encontrar socios por el medio, más que tratar de percutir por los costados. Eso provocó un cierto atasco del que no había manera de salir. Alemao peleaba cada balón, mientras que Masca trataba de aprovechar las segundas jugadas, pero sin demasiado éxito.

El Huesca tuvo más el balón de lo que se esperaba, pero apenas sabía que hacer con él. Casi todos los ataques de los locales acababan muriendo en la frontal del área oviedista.

En la reanudación los azules salieron claramente dispuestos a tener más protagonismo y se hicieron con el balón. Los de Carrión tenían el control del centro del campo y pronto lograron réditos de ese paso adelante, un centro con la pierna derecha de Pomares lo remató de cabeza Paulino, adelantándose a la defensa, para marcar el primero del partido.

El encuentro entró entonces en una nueva fase, en la que la obligación de los locales daba margen para que los carbayones trataran de poner pausa e intentar sentenciar a la contra. Los dCarrión estaban cómodos y no pasaban por apuros ante un conjunto oscense al que los nervios atenazaban cada vez más. Borja Sánchez tuvo la oportunidad para sentenciar en un servicio de Colombatto, tras una buena acción de Dubasin. El remate pegó en un defensa.

Los oscenses estaban cada vez más volcados sobre el área azul y el árbitro señaló un penalti por mano de Oier Luengo que luego anuló tras consultar con el VAR. Los azules empezaban a sufrir por el acoso de los de Antonio Hidalgo.

Sin embargo, con la salida de Cazorla al campo el encuentro entró en una nueva fase en la que los azules acabaron sentenciando. El segundo gol fue de Borja Sánchez que culminó un centro de Cazorla.