El Oviedo no reacciona

El once del Real Oviedo presentó tres novedades en relación con el último encuentro. En el centro del campo Luismi entró por Jimmy, mientras que en la mediapunta se estrenó Seoane. Además, lo más sorprendente fue la presencia en el ataque de Alemao en sustitución de Borja Bastón.

Los azules podían disfrutar por primera vez esta temporada de uno de los fichajes estrella del verano, el centrocampista Seoane. Sin embargo, el madrileño no podía empezar con peor pie, ya que a los 40m minutos vio la segunda tarjeta amarilla. Antes, nada de nada, su aportación al juego del equipo fue inexistente ,dentro de un desastre generalizado de los de Cervera.

El Real Oviedo de la presente temporada es un equipo endeble que sufre con la más mínima aproximación del conjunto rival a su portería. No se había cumplido el cuarto de hora cuando los de Bolo se adelantaron en el marcador. Un centro de Mumo lo remató Fer Niño al fondo de la red.

Los ovetenses volvían a empezar un encuentro por detrás en el marcador y con la obligación de intentar la remontada, algo que no parece en el ADN de los ovetenses esta temporada. La respuesta fue un fútbol atropellado, con un equipo que una y otra vez acababa sobando el balón de forma inútil y sin generar el más mínimo peligro al rival, que no podía estar más cómodo.

El Real Oviedo de la tercera jornada de liga es un equipo previsible, plano y que solo depende de que Viti sea capaz de tener alguna arrancada. El juego de los ovetenses era un calco del de los últimos encuentros y no era capaz de generar el más mínimo peligro a los de Bolo que tenían claramente el partido donde lo querían.

El paso de los minutos no cambiaba, lo más mínimo el escenario sobre el soleado tapete de El Plantío. Al contrario, los locales estaban cada vez más cómodos y con el partido a punto de quedar casi sentenciado.

A los 40 minutos Seoane veía la segunda tarjeta amarilla, más clara que la primera y dejaba al equipo en inferioridad numérica y en el marcador. Sin embargo, en medio del desastre, el equipo ovetense pudo empatar antes del descanso en un remate de Viti que se estrelló en el cuerpo de Caro.

Tras el descanso, con un jugador menos, el equipo carbayón trató de tomar algún riesgo para intentar ser capaz de lograr la igualada, pero siempre pareció más cerca el segundo de los burgaleses.

A la hora de partido Cervera movió el banquillo y lo hizo para, por tercera vez esta temporada, quitar a Dani Calvo y dar entrada a Oier Luengo, Paulino por Mario Hernández, y Borja Bastón por Sebas Moyano. Viti pasó jugar de lateral derecho.

El partido no cambió mucho, pero el equipo trató de llegar por cualquier medio a la portería contraria, balones largos, por el centro y por los costados, pero sin demasiado acierto.

La segunda mitad fue, en general, un ejercicio de vivir al filo de la navaja de los ovetenses que cada pocos minutos veían como el Burgos rozaba la sentencia, mientras que Caro tenía un partid,