Real Oviedo

El Oviedo llega lanzado al derbi

Los carbayones se adelantaron con un gol de Viti, el segundo consecutivo, pero vieron cómo empataba el Zaragoza en el inicio de la segunda mitad. Los errores en el centro del campo y alguna indecisión en la zaga pesaron al equipo. La peor noticia del encuentro para el técnico Álvaro Cervera fue que el defensa David Costas vio la quinta tarjeta amarilla y se perderá el encuentro del sábado en El Molinón.

El once azul presentó un par de sorpresas. La más destacada, la presencia en la portería de Tomeu Nadal en sustitución de Quentin Braat. Además, Raúl Moro entró en la banda izquierda por Borja Sánchez. Los otros dos cambios fueron la vuelta de Luismi al centro del campo y de Oier Luengo, que ocupó la plaza del sancionado Dani Calvo en el centro de la zaga.

Los azules, manteniendo los dos delanteros, tuvieron más control del encuentro que en los precedentes, con Luismi volviendo a dar equilibrio al centro del campo. El balón se repartía entre los dos conjuntos casi por igual, pero eran los oviedistas los que parecían tener algo más claro lo que pretendían, que era tener el balón por dentro hasta poder sorprender por las bandas aprovechando la velocidad de Viti y Raúl Moro.

Camarasa, cada vez mejor físicamente, daba salida al juego del equipo en la medular y ponía pausa, pero no acababa de encontrar algún desmarque de los delanteros. Sergi Enrich era el que recibía el balón en largo y trataba de quedarse con él, mientras que Manu Vallejo corría por todo el frente de ataque en busca de un espacio. La primera ocasión llegó en un centro de Viti al que no llegó por poco Sergi Enrich.

Las ocasiones empezaban a sucederse para los locales en centros laterales que no acababan de encontrar un rematador. Eso sí, hubo alguna pérdida de balón en el centro del campo que permitió que el Zaragoza se acercara a la portería de Tomeu Nadal, pero sin ser capaces de rematar.

Al tocar demasiado el balón en el campo propio, los azules permitían al conjunto maño armarse en defensa y apenas dejar espacios. Cuando el partido parecía más atascado, llegó el gol para los ovetenses en una jugada de las que le gustan a Álvaro Cervera: una transición rápida. Raúl Moro robó para enmendar un error suyo y se lanzó a la carrera hacía la portería rival. El extremo hizo una pared con Manu Vallejo y puso un balón al segundo palo, donde llegó Viti para marcar por segunda jornada consecutiva.

En la reanudación, el Zaragoza salió dispuesto a meter una marcha más a su juego y buscar el empate, lo que hizo que los ovetenses dieran un paso atrás y cedieran terreno. Los maños encontraron la recompensa en una acción personal de Bermejo, que se hizo con un balón en el centro del campo y se fue hacia la frontal para sacar un disparo ajustado al poste al que no llegó Tomeu Nadal. Era el premio a la mayor intensidad visitante y castigó al conformismo de los locales.

El gol hizo que los carbayones despertaran y fueran capaces de igualar la intensidad de los visitantes, con lo que tuvieron algo más de llegada, pero en un par de acciones se precipitó Raúl Moro, que acabó dejando su sitio a Hugo Rama. Además, en una acción en el centro del campo, David Costas cometió una falta que le supuso la amarilla y perderse el derbi.

Los dos equipos, sin jugarse nada, entraron en una fase en la que parecían querer guardar el punto que tenían antes que buscar los otros dos. No obstante, los visitantes tuvieron un par de buenas ocasiones en remates desde dentro del área de Pau Sans y Bermejo que salieron desviados de la portería azul. Cervera decidió retirar del campo a Luismi, con una tarjeta, y a Camarasa, que notaba el cansancio, haciendo debutar al centrocampista del filial Yayo. El equipo estaba en el campo con seis jugadores que pasaron por el filial.

Cuando parecía que el encuentro iba a acabar en empate, una jugada embarullada en el borde del área la resolvió Masca con un disparo ajustado al palo que se coló en la portería de Ratón.