El Oviedo florece en primavera

Aunque Álvaro Cervera insiste en que el objetivo es alcanzar cuanto antes los 50 puntos, la realidad es que la permanencia ya está prácticamente asegurada. Con ello se abre el debate sobre su continuidad en el banquillo para la próxima temporada.

El otro objetivo del equipo en las jornadas que quedan es lograr la mejor clasificación posible, lo que mejorará los ingresos para la próxima temporada. Además, el conjunto oviedista volvió a ser capaz de marcar más de un gol en un partido, algo que había logrado por primera vez esta temporada en la jornada anterior frente al Lugo.

En lo que va del mes de abril, los de Álvaro Cervera no han perdido ni un solo encuentro, ya que, tras el empate en el Carlos Tartiere frente al Eibar, llegaron los triunfos ante Las Palmas, Lugo e Ibiza.

Esos buenos resultados han permitido que el Oviedo, que estaba a cinco puntos del descenso tras la jornada 33, se haya situado ahora en la décima posición de la clasificación, con una ventaja de diez puntos sobre el Málaga, que es el rival que cierra los puestos de descenso a falta de cinco encuentros para el final de la temporada. La reacción del conjunto azul llegó con el cambio de sistema que aplicó el técnico, que pasó de jugar con dos delanteros a hacerlo con uno y reforzar el centro del campo con una nueva posición para Hugo Rama.

El trabajo del gallego en la mediapunta se ha dejado notar para el equipo, que ahora tiene mayor control de los encuentros, algo más de llegada al área contraria y más ocasiones.

También ha llegado en esta fase de la competición la consolidación en el equipo del centrocampista Borja Sánchez, que, tras un calvario de lesiones durante toda la temporada, ahora está ofreciendo un buen rendimiento tanto en el aspecto defensivo como en el ofensivo. Otros dos nombres propios de esta buena racha de los azules son los canteranos Viti y Lucas, que en las últimas jornadas fueron de los más destacados. En el caso de este último, además de su trabajo defensivo ha sido claro protagonista en el ofensivo, como lo demuestra que fue el autor de tres asistencias de gol en los dos últimos encuentros. Los dos del Lugo y el primero ante el Ibiza.

La buena racha y la reacción del Real Oviedo tienen, como valor añadido, que se lograron con la plantilla seriamente mermada por las bajas, algo que se viene repitiendo toda esta temporada. Ante el Ibiza había seis jugadores ausentes por lesión y en el choque ante Las Palmas eran nueve los jugadores con los que no pudo contar Álvaro Cervera, obligado a recomponer el equipo con los menos habituales. Jugadores como Borja Bastón, Montoro, Jimmy o Rodri Tarín, que eran de los que más minutos habían disputado, están ahora fuera del equipo y con lesiones importantes.

En este sentido, fueron varios los jugadores que tras apenas contar han ido ganando protagonismo. Por ejemplo, el central Oier Luengo volvió a ser titular en un par de encuentros y en Ibiza jugó media hora por la lesión de David Costas.

También empezó a asomar al equipo el centrocampista Camarasa, que se estrenó como titular el sábado y disputó el partido completo. Otros jugadores, como Raúl Moro o Manu Vallejo, están siendo un revulsivo en los segundos tiempos.

El conjunto oviedista afronta ahora los cinco últimos encuentros de la presente temporada. El primero tendrá lugar el próximo domingo ante la Ponferradina, que llega al Carlos Tartiere apurando sus opciones de permanencia en la categoría, que se le han complicado mucho con la derrota ante el Andorra.