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No era día de partido, pero el Carlos Tartiere abrió las puertas como en las previas de las grandes citas. El Real Oviedo preparaba los últimos detalles del encuentro de mañana en Ipurua y los jugadores sintieron el apoyo de sus seguidores que se dieron cita en el fondo norte para dejar claro que están a muerte con los suyos y que creen en la victoria para poder meterse en el 'play off'.
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3.986 aficionados azules recibieron a los futbolistas a su salida del vestuario y las caras de los jugadores dejaron clara la sorpresa y la responsabilidad que tienen con una masa social que esta temporada ha demostrado como nuca su fe en las opciones deportivas del equipo. Los ánimos se mantuvieron durante todo el ensayo y los jugadores agradecieron a los suyos su presencia.
Los ánimos seguirán mañana cuando la afición se desplace hacia Eibar. 300 aficionados viajan con entrada pero se espera otros tantos que únicamente hagan el desplazamiento para poder animar al equipo desde fuera del estadio. No será uno de los viajes más numerosos de la temporada pero sí con mayor carga emotiva por todo lo que hay en juego.
El Oviedo arranca la jornada en la quinta posición y si logra la victoria jugará el 'play off' por el ascenso. En caso contrario necesita de los tropiezos del Sporting y Racing para terminar entre los seis primeros y seguir en competición.
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