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El hartazgo de la afición del Oviedo por las decisiones arbitrales que consideran que han perjudicado al equipo en las últimas semanas ha convertido al Carlos Tartiere en un fijo en las denuncias de LaLiga. En los dos últimos encuentros se registraron cánticos contra los colegiados y habrá que esperar para ver qué tipo de sanción puede recibir el club.
El pasado lunes se jugó la jornada 26 y la decisión de Dámaso Arcediano Monescillo de no señalar la mano de Mar Mateu dentro de su área y sí una falta previa en el centro del campo de Colombatto disparó las iras de la grada y el director del partido recogió en su informe que en el minuto 96 y desde la zona donde se ubican los socios del 'Fondo Norte' se canto durante unos diez segundos: «árbitro valiente, valiente hijo de puta».
No es la única denuncia de ese escrito que también recoge que con anterioridad, en el minuto 76, desde la misma zona del estadio se escuchó: «Que lo venga a ver, que lo vengan a ver, esto no es un portero, es una puta de cabaret», en referencia al gijonés Dani Martín, portero del Eldense.
Es la segunda jornada consecutiva en que LaLiga denuncia hechos similares en el municipal ovetense ya que en la jornada 24, en el duelo con el Castellón, en los minutos 30 y 33 y por u tiempo que fijan en ocho segundos también se escuchó el cántico: «árbitro valiente, valiente hijo de puta», en referencia a Germán Cid Camacho que dirigía el duelo.
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