Las necesidades para fijar la renovación de Cervera

Desde que el Real Oviedo regresó al fútbol profesional en 2015, la obsesión por volver a pisar la Primera División ha sido constante. Esa exigencia interna y externa devoró proyectos buenos, regulares y malos. Cervera lo tiene claro: «Si tenemos muchas prisas y lo queremos el año que viene, pues, igual yo no soy ese perfil». Si algo tiene el preparador azul es experiencia en trabajar en el largo plazo y su capacidad está acreditada como hizo con el ascenso y la permanencia del Cádiz en Primera División

Durante muchas fases del campeonato, el entrenador azul dejó claro que al conjunto le faltaban mimbres para poder desarrollar un estilo que quizás encajase mejor en su idea. A favor del actual titular del banquillo del Oviedo también juega el hecho de haber sido capaz de adaptarse a la plantilla que le pusieron en sus manos e ir utilizando todos los recursos a su alcance hasta dar con la versión más fiable que le permitió enganchar las cuatro victorias consecutivas que le han dado la permanencia.

Consciente del modelo de trabajo que tiene el Grupo Pachuca, Álvaro Cervera asume que no tomará todas las decisiones, pero todo apunta a que tendrá voz y voto, como pasó el invierno con Manu Vallejo y Víctor Camarasa. Ambas van camino de ser un éxito para el equipo.

Antes de que termine la campaña ya hay cuestiones obvias en el Oviedo. La plantilla deberá buscar un portero -Braat tiene contrato, pero Nadal se marcha al Tenerife-, Lucas necesitará competencia y no parece que Juanfran se la vaya a plantear. El centro del campo precisa algún perfil diferente a los actuales, con Camarasa como gran duda. Cervera buscará velocidad en las bandas para igualar la aportación de Viti en la derecha. Y en el ataque parece que se remodelará, pendientes de la continuidad de Borja Bastón y de ver qué pasa con la vuelta de Obeng.

Al menos, habrá media docena de operaciones de entrada y ese número puede aumentar en el caso de que se produzca alguna salida no planificada, ya sea en forma de fichaje o porque algún jugador prefiera buscar mejores opciones en otro equipo.

Lo que muchas veces se convierte en complicadísimo, en este caso parece que será el menor de los escollos. Aunque el Real Oviedo no vaya a manejar uno de los presupuestos más altos de la categoría, no será el dinero el gran escollo. Al menos esa es la intención del técnico. «Por dinero no habrá problema para renovar, es más por no estar en el mismo nivel de expectativas que se tengan», zanjó Cervera antes del duelo ante la Ponferradina.

Otro aspecto que el Oviedo tiene muy presente en la continuidad de Cervera es su poco problema por contar con jugadores formados en las categorías inferiores y el valor que eso crea. En su etapa en el Tenerife hizo debutar a ocho jugadores procedentes del filial y en su estancia en el Cádiz la cifra creció hasta los 20.

En Oviedo se ha encargado de consolidar a Abel Bretones tras su debut con Jon Pérez 'Bolo', Viti y Lucas han alcanzado su mejor rendimiento, Mangel está incorporado como uno más del primer equipo, Masca también es reclutado de forma habitual en las últimas jornadas, Sesé y Álex Cardero también han tenido su sitio, y por detrás asoman jugadores como Yayo, Charbel, Osky y Migue Cuesta, que también esperan por su momento para sumar en la primera plantilla.

Que todo esté bien orientado no significa que no haya lugar para las sorpresas. El mercado de banquillos en Segunda División es muy volátil y más en temporadas con tantos aspirantes al ascenso que van a quedarse en el camino. Si alguno de los 'gallitos' llama a Álvaro Cervera, todo puede saltar por los aires. Así que la urgencia por cerrar el acuerdo está más en el alero del club que en el del técnico oviedista.