Mascarenhas y su oportunidad de convencer

El delantero luso, de 22 años, finaliza contrato a final de temporada y en menos de un mes llegará a la edad que condiciona la participación de un futbolista del filial con el primer equipo. El club, que llegará al verano con -a priori- solo Obeng en nómina, se reserva una opción automática para atar al portugués si el perfil y las sensaciones de esta recta final de liga convencen a la dirección deportiva. A quien sí parece haber convencido, al menos en el contexto actual, es al técnico carbayón Álvaro Cervera. «Es un jugador diferente, tiene cierta velocidad que no tenemos en el equipo, y en el filial está haciendo muchos goles. Creo que hay que contar con él», comentó el propio técnico tras el segundo partido de Masca con el primer equipo, a principios de marzo en Anduva.

La intención de tirar del ariete, y la seguridad que esta opción le daba a Cervera de cara a cubrir las bajas, venía de antes. Solo la mala suerte impidió que su debut, que finalmente se produjo ante el Albacete, llegase en Cartagonova una semana antes. El propio Cervera había vislumbrado ese clavo ardiendo al que agarrarse tras la lesión de Bastón en Málaga y la baja por sanción -doble amarilla- de Enrich ante el Burgos. «En el filial hay algún chaval que ya conocemos y que nos podrá ayudar», reflexionó en voz alta tras ese mismo partido y sin saber que, horas antes, Masca había visto la quinta tarjeta con el Vetusta.

Aunque habitualmente una golondrina no hace verano, el tiempo demostró que la apuesta del míster azul por el portugués no iba a ser esporádica. Siempre intentando no perjudicar demasiado a un filial ya mermado por sus propias lesiones, el técnico dispuso que el ariete formase parte de manera habitual de la dinámica de trabajo. Lo incluyó a finales de febrero y, dos meses después, es ya un fijo a sus órdenes.

Desde entonces ha ido convocado a siete citas ligueras, y ha entrado desde el banquillo en cinco de ellas. La mejoría del equipo no solo no le ha apeado de los planes de Cervera, que cuenta ahora con la mejor versión de Enrich y con la vuelta a ver puerta de Vallejo, sino que le ha acabado por asentar como opción para las segundas partes: lleva tres jornadas consecutivas teniendo minutos.

El propio Cervera veía en el punta del filial a un delantero aprovechable para la categoría ya desde las primeras semanas trabajando juntos: «si le llegan balones, será peligroso». Y en Can Misses, esta pasada jornada, a punto estuvo de demostrar hasta qué punto estrenanándose cómo goleador. Solo lo impidió la revisión arbitral llevada a cabo por López Toca, quien determinó que Raúl Moro estaba en fuera de juego y dio al traste con el que hubiese sido el primer tanto en el fútbol profesional del portugués.

Con toda la defensa apuntalada también en los despachos tras las renovaciones de Lucas, Calvo y Bretones -Costas ampliará también su compromiso en los próximos días-, la estructura del equipo está reforzada de más a menos según se avanzan líneas en el campo. La medular la comandan Luismi y los tres canteranos con contrato -Mángel, Jimmy y Javi Mier-, y el resto de posiciones de centro del campo las completan sobre el papel hombres como Borja Sánchez, Viti o Rama, todos ellos con contrato en vigor.

Diferente es el escenario en el que Mascarenhas puede acabar encontrando su oportunidad en este tramo liguero: la delantera. Enrich y Bastón terminan contrato -el futuro de este último pasa por lo que haya negociado con Pachuca- y Obeng, que sí lo tiene, espera obtener una salida definitiva tras volver de Huesca. El tiempo de Masca podría estar solo empezando: ser un delantero móvil, agresivo al espacio y fuerte en los duelos, unido a su bajo coste en comparación con otras opciones, podrían convertirle en un activo aprovechable.