Marianín, Falín y Emilín tienen ya sus puertas en el Tartiere

El agradecimiento a la APARO, al Fondo Norte y al club fueron una constante durante la jornada de ayer, y no era para menos. El responsable del Área Social Miguel Sanz Ovies fue el encargado de prestentar a las tres «grandísimas figuras, de distintas épocas» que daban nombre este aniversario a tres nuevas puertas, la 6, 11 y 34. Falín, Emilín y Marianín eran los nombres que hacían especial este aniversario, los dos primeros -hermanos- dando nombre a las puertas 6 y 11 y el tercero, pichici de Primera en sus tiempos y presente en el acto, siendo la referencia de la puerta 34, la que recuerda los goles que marcó en esa gloriosa temporada en la que marcó el gol número 1.000 del Real Oviedo y en la que se hizo con el pichichi de Primera División. «Emilín, que jugaba por la izquierda y le pegaba igual de bien con ambas piernas. El 'Mago de la rosca', el especialista los saques directos. Formó parte de aquella delantera eléctrica que tanto nos hizo soñar y fue un oviedista de corazón, de cantera. Falín, su hermano pequeño, tuvo la suerte de jugar con él unas temporadas: medio, técnico y autor de grandes pases, hacía funcionar al equopo de maravilla», recordaba Sanz Ovies.

Allí, escuchando sus palabras con la emoción contenida, estaba la familia de ambos. Su hijo y sobrino, de Falín y Milín respectivamente, Santi García Barrero y también su nuera, Joana Giorgio, encargada de hablar durante el homenaje. «No hay palabras para agradecer este homenaje y aunque yo siga siendo una recién llegada -35 años después-es todo un honor para la familia. Solo puedo decir que he conocido todos los valores que Milín y Falín tenían, deportividad, autocontrol, disciplina y bondad, y eso es por lo que hay que recordarles. Son su deportividad y su caballerosidad el verdadero legado de los hermanos García», recalcó Giorgio, quien señaló también que los herederos de todo ello han sido sus descendientes, siempre ligados al deporte de un modo u otro.

Tras la inauguración de las puertas 6 y 11 llegó el turno de la 34, dedicada a un Marianín que no podía ocultar su emoción. «Tuve la satisfacción de ayudar con goles a este equipo cuando más lo necesitaba, la alegría de ser pichichi en Primera y la de marcar el tanto número 1.000 del Oviedo, pero casi me causa más alegría aún que medio siglo después se me recuerde y se me valore por ello y por todo el tiempo de mi vida que dediqué a este club», reconocionó, visiblemente emocionado, el conocido como el jabalí de El Bierzo. Recién llegado, pero conocedor de su olfato goleador, fue el presidente del Real Oviedo Martín Peláez el primero en bromearle con la opción de volver a jugar ayer mismo, ante el Eibar. «¿Nos podría echar una mano esta noche?», se la tiraba el mexicano. «Estoy operado de cinco hernias discales, presi, pero quizá opueda estar para salir en la segunda parte», bromeaba el ya eterno pichichi azul, agradecido.

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