La inercia del derbi, un plus para la Copa

Aquella temporada el conjunto dirigido por Sergio Egea se impuso al Amorebieta y al UCAM Murcia, y se ganó el derecho a soñar ante un Primera como la Real Sociedad. Los oviedistas, por aquel entonces en Segunda B, cayeron ante los txuri urdin en una eliminatoria a doble partido en la que empataron en el Tartiere a ceros y perdieron en Anoeta (2-0).

Desde entonces, y han pasado ya siete años, al conjunto oviedista se le atasca la Copa y casi siempre por estas fechas. El primer año en Segunda se ganó al Valladolid en casa (2-1), pero se perdió ante el Mirandés (2-3). En la temporada siguiente, con Hierro en el banquillo carbayón, se perdió en primera eliminatoria ante el UCAM Murcia en un partido que será recordado siempre como el regreso de Michu a la que siempre había sido su casa, el Carlos Tartiere. El ovetense márcó dos de los tres goles del conjunto oviedista, pero eso no bastó para superar a los murcianos, rival de la misma categoría que acabó llevándose el pase de ronda por 4-3.

Con Anquela a los mandos, la película no cambió demasiado. En su primer año como técnico oviedista cayó en primera ronda, en el Carlos Tartiere y perdiendo por la mínima también a otro rival de su misma categoría, el Numancia. De aquel partido la única lectura positiva fue el debut de dos jugadores del filial, Prendes y Asier Gomes. Al año siguiente, el técnico jienense completó su desafortunado periplo por la Copa como entreneador del Real Oviedo con una nueva derrota a las primeras de cambio. Los azules fueron eliminados de nuevo ante otro conocido de su misma liga, el Mallorca, que se impuso 1-0 a los ovetenses.

La temporada 2019-2020, en ese fatífico año en el que hasta tres entrenadores diferentes cogieron las riendas del equipo, fue a Javi Rozada al que le tocó dirigirlo en el torneo copero. El conjunto azul cayó eliminado también en la primera fase, y lo hizo además ante un rival de Segunda B, el Badalona. Los catalanes se adelantaron, e Ibra firmó tablas en aquel encuentro, pero tras el empate el asturiano Chris Montes marcó un doblete que acabó por doblegar a los oviedistas. La afición carbayona volvía a quedarse sin premio en una de las competiciones llamadas a dinamizar el año de los seguidores azules, aunque por aquel entonces, con tantas urgencias en liga y tantos cambios en lo institucional, aquello era lo de menos.

Fue el Real oviedo de José Ángel Ziganda el que por fin, cinco años después, logró volver a ganar un partido en Copa del Rey. Lo consiguió a domicilio y frente a un rival de menor categoría, el Coria extremeño. Aquel día golearon Mujica -por partida doble-y Viti, pero pocos días después, ya entrado el año nuevo, fue el Málaga el que acabó con la fantasía oviedista de continuar vivos en la Copa.

La pasada campaña el desencanto volvió a llegar a las primeras de cambio y en las islas baleares. Fue allí donde otro rival de menor categoría, el Andratx, acabó con todo margen para pensar en que ese año se podía cambiar la dinámica. El debut oficial de Yayo con la camiseta del primer equipo fue la única buena noiicia que se pudo rescatar de aquel sonado tropiezo.

Es esta temporada, a las órdenes de un Álvaro Cervera que llegó para hacer todo más fácil, cuando al bloque oviedista se le plantea de nuevo la posibilidad de dar un golpe en la mesa y voltear su dinámica de los últimos siete año. Aunque la situación cuando arrancó el torneo tampoco era la mejor en liga, los oviedistas lograron pasar de ronda tras un disputado partido en El Malecón, donde eliminaron en la prórroga a la Gimnástica de Torrelavega.

Este jueves, y tras la inercia que da haber ganado el derbi -y perder solo uno de los últimos siete partidos de liga-, la oportunidad para volver a cogerle el pulso a la Copa vuelve a estar ahí. De lograr el pase ante el Granada, al que ya se ganó en un partido agónico por la expulsión de Aceves, los azules volverían a poder jugar tres partidos de Copa siete años después. El Tartiere guarda sus galas del derbi, porque tiene otra cita antes de arrancar las navidades: equipo y afición quieren brindarse la copa.