La 'haka' se estrenó esta temporada en el Tartiere

La 'haka' volvió al Carlos Tartiere, no se había estrenado esta temporada y por fin, en una tarde muy desapacible el equipo lo pudo celebrar con los suyos al final. En ausencia de Diegui fue Borja Sánchez el encargado de dirigirla y lo hizo con menos soltura que cuando estuvo en el campo y logró su segundo gol de la temporada.

Lo tuvo que hacer el canterano por orden del entonces capitán, Christian Fernández, que había recibido el brazalete de Tejera que, a su vez, lo heredó de Saúl Berjón cuando fue sustituido.

La fría y lluviosa tarde, junto con que el equipo no había dado buenos resultados hasta ahora en su casa, hizo que la entrada volviera a ser pobre en el municipal ovetente, 11.630 espectadores. Eso si, no faltó el ánimo al equipo, como siempre, comandado desde el Fondo Norte. Solo hubo un paréntesis, el que se produjo en el descanso, ya que en el tiempo de visitar la cantina, el gol postrero de Stuani hacía presagiar una segunda parte complicada.

A primera vista el estado del césped no hacía presagiar la buena tarde de fútbol y goles que al final disfrutaron los aficionados. El aporte de arena de sílice que se realizó durate la semana restó verde al terreno de juego, pero le dio más consistencia que en los partidos anteriores y resistió la lluvia de los días previos y también la que cayó de forma abundante durante muchas fases del partido. Con la ayuda de las nuevas lámparas de luz y calor se espera que el invierno sea más llevadero para el tapete local.

Antes del inicio del partido, en los tradicionales corrillos en los que los jugadores de los dos equpos se suelen saludar, el técnico del Girona, Juan Carlos Unzué, departió sobre el terreno de juego con Saúl Berjón, al que había elogiado en la previa. El ovetense volvió a ser de los destacados.

El que fue objeto de silbidos por parte de los aficionados locales fue el centrocampista Diamanka, al que no se le perdonó que dejara plantado al conjunto azul este verano.

En la grada de la afición visitante hubo presencia de 10 aficionados del Girona que estuvieron enmudecidos por el frío y también por el resultado, que volvió a ser decepcionante para los suyos.