El Oviedo se deja dos puntos en Fuenlabrada

El Real Oviedo no pudo pasar del empate en un encuentro en el que se adelantó en dos ocasiones en el marcador y en el que jugó más de media hora con un hombre más. Los azules fueron mejores en muchos tramos del partido, pero desaprovecharon ocasiones claras y lo acabaron pagando.

El once azul no presentó sorpresas y Ziganda optó por el mismo equipo que logró la victoria el pasado lunes ante el Lugo.

Los dos equipos tardaron en despertar, ya que optaron por tratar de tener el control del partido y no perder el sitio a la espera que el paso de los minutos ofreciera una oportunidad. En medio de la espesura los azules estaban cómodos y esperaban su oportunidad para atacar por los costados, sobre todo por la derecha, donde Nieto y Sangalli estaban muy activos.

El debate del balón parado en el conjunto azul sigue vivo, para bien y para mal, pero última mente sobre todo para bien. Una falta que botó Nieto desde un costado la cabeceó Christian Fernández al segundo palo y allí llegó Sangalli para meter el pie y adelantar a los azules. Hubo suspense por la revisión del VAR, por posible fuera de juego,pero el gol acabó subiendo al marcador.

El gol sentó bien a los ovetenses que empezaron a sentirse más cómodos en el partido y tener el partido controlado. El equipo buscaba posesiones largas y esconder el balón a los de José Luis Oltra que estaban atropellados y no acababan de inquietar a Femenías, que volvió a estar seguro en las salidas por arriba, en especial en las acciones a balón parado.

La superioridad azul era manifiesta y pudo transformarse en el segundo gol si Blanco Leschuk hubiera estado acertado en una clara ocasión de la que dispuso. Borja Sánchez sacó un pase medido al argentino, que encaró solo al portero, pero acabó liándose y mandó fuera un disparo que parecía fácil para encarrilar definitivamente el partido.

Hacía muchas jornadas que los ovetenses no disfrutaban de un encuentro tan plácido, ya que apenas pasaba apuros en defensa y las ocasiones se seguían sucediendo ante la portería local. Fue muy clara una en la que Borja Sánchez recibió un buen centro de Nahuel e intentó sorprender al portero con una vaselina que le adivinó y detuvo sin problemas.

La falta de acierto era el único lunar para los ovetenses, que podrían haberse ido al descanso con una ventaja más cómoda en el marcador, pero tuvieron que conformarse con el gol de Sangalli, sobre todo por la falta de acierto ante el gol. En cualquier caso la imagen de los de Ziganda fue la de otras fases del campeonato, con el partido siempre controlado.

Tras el descanso, Ziganda dejó en el vestuario a Christian Fernández, que había visto una tarjeta amarilla, y dio entrada a Carlos Hernández en el centro de la defensa para formar pareja con Grippo.

La segunda mitad comenzó de una forma similar al final de la primera, con el equipo de Ziganda controlando el partido en defensa y buscando sorprender en algún contraataque . Lo que estaba claro es que el partido no presentaba demasiado peligro para Femenías. Por si el camino estaba poco llano, mejoró a los 56 minutos cuando Ciss vio la segunda tarjeta amarilla por una entrada sobre Borja Sánchez en el centro del campo.

Si hasta entonces los ovetenses tenían la idea de dormir el partido, eso se fue acrecentando con el paso de los mintuos. Los carbayones trataban de llegar al área del Fuenlabrada con posesiones cada vez más largas y, sobre todo intentando no perder el balón en zonas peligrosas.

Lo de las acciones a balón parado para los ovetenses empieza a ser un calvario, ya que nuevamente volvió a tirar por la borda el buen trabajo del equipo. Un saque de esquina con un par de toques en el área acabó en el segundo palo, donde Diéguez, solo remató de forma acrobática para hacer el empate.

El escenario cambiaba por completo, ya que los ovetenses, con un hombre más estaban obligados a buscar la victoria, sobre todo después de haberla tenido en la mano en la primera mitad, con ocasiones para poder sentenciar. Ziganda movió nuevamente el banquillo para dar entrada a Rodri por Blanco Leschuk, primero, y a Borja Valle por Borja Sánchez, después.

Pero lejos de acercarse a la portería local, los azules cedieron terreno y pasaron por algunos apuros, hasta que un remate de Borja Valle pegó en Pulido y supuso el segundo tanto. Parecía que faltando cinco minutos el partido no se iba a escapar. Pero la alegría azul duró dos minutos, los que tardó Cristóbal en mandar un fuerte disparo al larguero y cabecear Borja Garcés el rechace posterior al fondo de la red.

El arreón final de los azules, pese a rondar el área local, no dio sus frutos y el marcador no se movió. Un empate que, a buen seguro, no satisface a los azules que tuvieron la victoria en su mano.