La fiesta del delirio azul fue por fin completa

El oviedismo vivió por fin una fiesta completa y disfrutó de una noche para no olvidar. Más de 500 oviedistas, distribuidos por todo el campo e incluso algunos instalados en los pisos aledaños a Ipurúa, desde los que se pudo ver el partido, disfrutaron del pase del equipo a la próxima y última eliminatoria. El final fue la apoteosis, con manteo incluido a Santi Cazorla, como ya sucedió en el mismo campo hace diez días.

La afición azul ya conocía el camino por haberlo recorrido diez días antes y, aunque en menor número que en el último encuentro de Liga, siguió los mismos pasos. Los seguidores carbayones repitieron el punto de encuentro en la plaza del Ayuntamiento.

Esta vez hubo menos confraternización con los seguidores del conjunto local, pero no hubo incidentes. Además, los armeros esta vez se mostraron más animosos que en el último encuentro, ya que ahora solo podía quedar un equipo.

Una de las diferencias, además de la menor intensidad en la previa, fue que no hubo corteo hasta el estadio. A medida que iban llegando los autocares y la hora del encuentro, los oviedistas, poco a poco, empezaron a desfilar hasta el estadio para recibir al equipo.

Mientras se esperaba al autocar procedente de Durango, algunas caras conocidas del oviedismo se mezclaron con los aficionados. Entre ellos, el exentrenador azul Jon Pérez Bolo, acompañado del exjugador Urízar. El exdelantero y excapitán Diego Cervero, con camiseta del equipo y bufanda, fue de los más aclamados por los aficionados.

El que se pudo dar un baño de masas fue el presidente del Grupo Pachuca, Jesús Martínez, que fue saludando a los oviedistas que se comenzaban a congregar en la entrada del estadio. La Ertzaintza en esta ocasión acordonó más tramo de la calle de acceso, lo que, unido a un menor número de aficionados que en el encuentro de Liga, tuvo como consecuencia una entrada más rápida.

• Temas
• Santi Cazorla
• play off