El Fernando Torres, más azul que nunca

El oviedismo arropó al equipo ayer en Fuenlabrada, en un partido de trascendencia para los locales que veían por primera vez en su campo un partido de Segunda, lo que hizo que el recinto casi se llenase. El jarro de agua fría final hizo que los seguidores se fueran cabizbajos cuando el punto ya se daba por bueno.

El estadio Fernando Torres presentó el color más azul posible por la coincidencia cromatística de ambos conjuntos, a lo que se sumó un cielo del mismo color, con escasas nubes. El más de medio millar de seguidores del conjunto ovetense que llenaron la grada destinada a la afición visitante tuvieron que soportar un sol de justicia, que hizo que se superaran los 30 grados al inicio del encuentro. Algunos aficionados del conjunto carbayón tuvieron que ocupar otras zonas del campo.

La afición azul, pese a que todavía muchos de los seguidores todavía disfrutaban de sus vacaciones, se citaron ya por la mañana en la sede de las dos peñas con las que cuenta el equipo en la capital de España. La peña azul Madrid y la peña Furacu, de reciente creación, ambas superan el centenar de socios.

En las sedes de ambas los seguidores azules se dieron cita por la mañana para ir calentando motores y prepararse para luego desplazarse al estadio, donde se unieron a los oviedistas llegados de Asturias y de otros puntos de España, ávidos de poder celebrar la primera victoria de la temporada del equipo.

Las dos aficiones guardaron un respetadísimo minuto de silencio en memoria de Xana, la hija de Luis Enrique, fallecida el pasado jueves a los 9 años, tras la una dolorosa enfermedad.

La hinchada local comenzó más animosa el partido, pero poco a poco los oviedistas se comenzaron a dejar oir. El suspense del VAR hizo enmudecer a los aficionados en el primer gol de los ovetenses, son la ya habitual celebración en diferido del tanto. El sudor final fue frío cuando Anderson marcó el gol del triunfo.