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Aclamado por más de un centenar de aficionados en El Requexón, Sergio Egea ha dirigido el primer entrenamiento en su regreso al Real Oviedo. «Dales caña», le gritaron desde la grada del campo número 1 cuando pisó el terreno de juego, pasados veinte minutos de las seis de la tarde.
«El objetivo es llegar al 'play off'. El Oviedo no se merece menos. Es un equipo ganador, por lo tanto hay que saber competir y buscar siempre las máximas cuotas», había afirmado el argentino minutos antes en declaraciones difundidas por el canal oficial del club. Un mensaje ambicioso, con gancho entre una afición que ha recuperado la sonrisa con su regreso. «Gracias por devolvernos la ilusión», le interpeló un oviedista tras aludir a su precipitada salida del club en su primera etapa. «Contigo empezó todo», continuó elogiando al técnico tras finalizar un entrenamiento cercano a los 90 minutos duración.
Con veintidós jugadores y el regreso de Tejera al trabajo con el grupo como principal novedad, Egea programó un partidillo en dimensiones reducidas de diez contra diez con zaga de cuatro en ambas conjuntos. En él no tomó parte Bárcenas y a su conclusión, antes de que los jugadores pudiesen rumbo al vestuario, se produjo un breve diálogo con Ramón Folch.
Ya sin son los jugadores sobre el terreno de juego, el entrenador se acercó a la valla que delimita la zona restringida al personal del club y recibió una catarata de nuestras muestras de afecto. «Gracias por el recibimiento, sienten mucho los colores», señaló el veterano técnico, que llega con el deseo de responder a «las expectativas que pueden haberse creado».
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