«Es difícil imaginarse con otra camiseta»

-Por números, está siendo su mejor año desde que llegó al Real Oviedo...

-Sí, puede que sí que lo sea, pero yo no pienso en los números, pienso en el siguiente partido y en ayudar de la manera en que puedo. Está claro también que es de agradecer que esas cifras de partidos, minutos y asistencias estén ahí, porque eso significa que tengo también la confianza del míster y de los compañeros.

-¿A qué cree que se debe que le estén saliendo así las cosas?

-Detrás del rendimiento que estoy dando este año creo que no hay una cosa sola, creo que son varios detalles. Noto que tengo más confianza, y creo que deportivamente he mejorado algunas cosas. Además los compañeros estamos cada vez más adaptados los unos a los otros -porque muchos llevamos ya bastante tiempo jugando juntos- y todo eso ayuda a que entre nosotros nos entendamos mejor. Todo eso hace que al final a nivel individual también pueda ayudar más y mejor al equipo.

-No siempre fue tan rodado todo, ¿se le vienen a la mente momentos menos fáciles ahora que tiene continuidad?

-Claro que sí, porque no siempre fue todo rodado. Al contrario. La primera temporada de cualquiera siempre es difícil, porque vienes del filial y eres un recién llegado. En mi caso no solo veía que no jugaba, sino que además era sumamente difícil que pudiese llegar a entrar en algún momento. Ves que no hay manera de conseguir minutos y eso se te hace muy duro.

-Entonces Diegui, Juanjo Nieto y hasta Sangalli probaron en el lateral antes que usted, ¿se hizo especialmente cuesta arriba en lo mental?

-Fue difícil porque todo chaval que llega quiere jugar, aportar de la manera en que pueda y sumar al equipo. no es que fuera difícil entrar, es que me resultó casi imposible. Muchos de nosotros hemos pasado por situaciones similares: es algo que como futbolista en algún momento te toca vivir y es algo que debes aprender a superar.

-En ese primer año necesitó vuelta y media para sumar tres titularidades, y ahora lo ha jugado todo menos dos partidos, ambos por sanción. Parece que nada le apea del sitio...

-Y espero continuar así (ríe). Yo lo único que hice fue seguir en la misma línea y con el tiempo los entrenadores me fueron dando confianza, así que ahora puedo ayudar el equipo desde dentro del campo.

-Jimmy, Borja, Viti, Javi Mier también han sabido llegar, y mantenerse. ¿Es más complicado de lo que parece para uno de casa?

-Yo creo que algo más sí, porque haces ese recorrido en el equipo de tu vida. Empiezas de muy pequeño en el equipo del que eres y eso te hace saber donde estás, qué implica formar parte de esto y lo difícil que es entrar en el primer equipo. Ha sido bonito que hayamos podido ir entrando varios, y no solo entrar, también haber podido demostrar que podemos asentarnos y aportar al equipo del que somos.

-¿Cómo ha cambiado Lucas Ahijado en estos últimos años?

-Algo he cambiado, sí (ríe). Creo que he crecido en líneas generales y eso ayuda también al equipo, porque hace que yo mismo funcione mejor. El Lucas de ahora está más dispuesto a probar ciertas cosas que el de antes, que igual estaba un poco más cerrado en sí mismo. Así era más difícil que me saliesen ciertas cosas que ahora hago mejor. He madurado, y eso se nota en el campo.

-Su renovación ha sido uno de los temas extradeportivos del año durante la temporada, ¿cómo vivió esa negociación?

-La he llevado bastante bien, porque ambas partes sabíamos que nos íbamos a entender y que era solo cuestión de tiempo el cerrar un acuerdo. Eso me permitió estar totalmente centrado en lo deportivo, y yo si pensaba en algo era solo en salvar al equipo y en ganar. Además coincidió con momentos verdaderamente malos y lo que más me ocupaba en todo momento era el fútbol.

-¿Se ha sentido valorado por el club?

-Sí, siempre me he sentido así. Llegué en infantiles y es difícil imaginar que pueda vestir otra camiseta después de tantos años.

No te sale pensar en otro club ni en otra cosa después de tanto tiempo. Lo importante era llegar a un acuerdo que me permitiese seguir trabajando en casa y ayudando al equipo del que soy.

-¿Y por la afición? ¿Siente que disfrutan especialmente el año que está haciendo en lo personal?

-Por supuesto. Es que la afición siempre se porta muy bien en general, no es de ahora. Siempre nos apoya a todos sea cuál sea la situación y da la cara en las buenas y en las malas. Los jugadores eso no podemos estar más agradecidos por ello.

-Lleva cinco asistencias y la liga aún no ha acabado, eso es una más de lo que firmó en los tres años anteriores. ¿Ha mejorado en esos últimos metros o es que ahora se dan la circunstancias para ello?

-Más o menos siempre tuve esa capacidad para llegar y centrar, lo que pasa que es difícil luego que algún compañero lo convierta en gol, y seguramente tampoco habré decidido bien siempre. Todo suma y te hace mejorar, y yo creo que cada día que pasa y cuantas más situaciones de juego afronto, más mejoro también en esa toma de decisiones.

-¿Cervera facilita esa llegada en ataque?

-En los últimos partidos se ha visto que hemos mejorado bastante, que cada vez estamos atacando mejor y, sobre todo, que cada vez tenemos más el balón. Tanto yo como Abel (Bretones) somos dos laterales que tenemos recorrido y eso nos permite atacar bastante el espacio. Es algo que intentamos aprovechar siempre que podemos.

-¿Cómo se mantiene unido un equipo así cuando el objetivo de play off se desdibuja tan pronto y se vuelve a ver el fantasma del descenso tan cerca?

-La calidad del grupo ha sido clave para solventar los momentos más difíciles. Todos sabemos que las cosas pueden venir mal dadas, como en este caso nos fue a nosotros con las lesiones y los malos resultados, pero que por nada hay que venirse abajo. Ante las bajas no ha quedado otra que adaptarse, algunos jugadores han tenido que variar posición incluso, y hemos sabido sacarlo adelante entre todos.

-¿Duele llegar a El Requexón y ver a tanto compañero lesionado, e incluso recayendo varias veces?

-Las lesiones son duras para todos, pero para nadie lo es tanto como para quien la sufre y ve que no puede ayudar al equipo, ni siquiera en los entrenamientos. Verte siempre fuera y no ser capaz de volver cuando lo esperas, por una razón y otra, es lo más duro y difícil de gestionar. solo lo sabe quien lo pasa, pero entre todos hemos intentado que los ánimos no faltasen nunca: tarde o temprano esos compañeros regresan al campo, y deben poder hacerlo con las mismas ganas y ambición que antes de la lesión.

-¿Mucha sobrecarga de minutos ante tan pocas variantes?

-¿Muchos minutos? Yo si tengo que jugar todo no tengo problema, lo juego encantado (ríe).

-¿Cuál es el mejor broche que se le puede poner a una temporada tan llena de altibajos como esta?

-Lo ideal es acabar este año ganando, y si podemos hacer disfrutar algo a nuestra afición, eso sería lo mejor que podría pasarnos. Nosotros siempre intentamos ganar y cuanto antes logremos amarrar la salvación pues mejor para poder regalarles al menos ese buen sabor de boca.