La cuesta de enero devuelve al equipo a la zona baja

El calendario asimétrico ha puesto a los azules en una fase de la competición en la que se tiene que enfrentar con equipos de la zona alta, aspirantes al ascenso, como son los dos últimos rivales, Almería y Huesca, o el siguiente Girona.

El margen de error para los ovetenses casi quedó consumido esta temporada en los dos primeros meses de competición, ya que en los primeros ocho partidos solo sumaron tres puntos. Los cinco primeros con Sergio Egea, uno, y los otros dos con Javi Rozada, en los tres siguientes.

Luego el equipo remontó, abandonó la última posición de la clasificación y salió de los puestos de descenso, lo que daba la sensación de que lo peor ya había pasado. El equipo, sin embargo, volvió a entrar en otra nueva crisis, que le volvió a la cruda realidad de una temporada en la que desde el principio estaba claro que el reto iba a ser la permanencia.

En la jornada 13, el equipo perdió en Málaga y volvió a enganchar cinco partidos sin ganar, sumando solo dos puntos y volviendo a la zona de descenso. Sin embargo, los triunfos ante Rayo y Alcorcón le volvieron a sacar de la quema.

Ahora el equipo está otra vez en zona de descenso y en el horizonte está el Girona, segundo mejor equipo de la categoría como local, que acaba de salir de los puestos de 'play off' y que está necesitado de volver a esas posiciones. El duelo del domigo toma especial dramatismo para ambos equipos que verían complicarse sus objetivos en caso de derrota.

Tras el partido ante el Girona, llegará al Carlos Tartiere el Albacete, sin poder contar con Ortuño, y luego el equipo visitará a otro de los equipos de la zona alta, el Rayo Vallecano.

Los azules a domicilio han logrado más victorias que como locales, no es gran mérito, ya que en el Carlos Tartiere lograron dos y lejos tres. en total son cinco los triunfos que llevan los ovetenses esta temporada, solo el Racing logró menos, dos. Las mismas el Extremadura, Lugo, Deportivo y Málaga.

Aunque el problema de los azules sigue estando en el Carlos Tartiere, la realidad es que es uno de los equipos que menos encuentros ha perdido en su campo, solo dos. Sin embargo, los de Rozada son el equipo que más empata como local y ya suma ocho tablas en los doce partidos disputados.

Las declaraciones de técnico y jugadores aluden recurrentemente a la necesidad de hacerse fuertes como locales, pero Rozada no ha dado con la receta para convertir los empates en victorias. La permanencia pasa por cambiar esa tendencia cuanto antes.