Colombatto se gana los galones en el Oviedo

La historia de Colombatto y el Oviedo pareció llamada al fracaso. El centrocampista fue uno de los primeros señalados por Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, para reforzar al conjunto carbayón. La operación parecía sencilla y sin aristas. Un jugador del grupo que debía reforzar un equipo del grupo. Todo sencillo. Además, se trataba de seguir en Europa, una de las pretensiones principales del futbolista, pero su buena temporada en el Famalicao pesó. Su deseo apuntaba a un equipo de la máxima categoría de alguna liga competitiva en el viejo continente y a poder ser con participación europea. Eso el Oviedo no podía ofrecerlo.

Fue pasando el verano y Martínez lo dio por perdido para viajar a Asturias, pero las esperadas ofertas no llegaron. Cuando apenas quedaban diez días para que se cerrasen los mercados de fichajes, Colombatto cambió su idea inicial y dio la luz verde a su cesión a la Segunda División española. Faltaba ver la respuesta de la afición tras esas idas y venidas. El protagonista no tenía dudas de lo que iba a pasar: «Yo expliqué las cosas y fueron decisiones personales y nunca pensé que me pudiese pasar factura. Siempre que llego a un equipo vengo predispuesto a estar al 100%, si no, no vengo».

Superado ese primer proceso, quedaba demostrar el interés que había levantado en el Grupo Pachuca para sumarlo al Oviedo. Estas 12 semanas y media que lleva en el Principado han sido suficientes para ganarse el puesto de líder en el centro del campo y la admiración del oviedismo que lo pone a la altura de los mejores fichajes desde el regreso al fútbol profesional. «Llegué hace muy poco tiempo y el respeto y esas cosas se ganan dentro de la cancha y con el trabajo del día a día», explicó Colombatto. Para el que quiera la receta de su éxito, él mismo dio las claves: «Me gusta trabajar, trato de llegar temprano, ser responsable y buen compañero. Compito al 100% en entrenamientos, en partidos y también tengo mucho respeto por mis compañeros, por el que juega, por el que no juega». Todo eso acaba resumiéndose en una apuesta colectiva: «Somos un equipo, todos tenemos el mismo objetivo, la misma ambición y me da orgullo que me respeten como yo los respeto a ellos».

No sólo se trata de brillar sobre el césped. Hay gestos que marcan diferencias y el lunes tuvo uno de esos. Colombatto era el designado para lanzar los penaltis, pero Paulino le pidió lanzarlo, el argentino lo tuvo claro: «Esto es un equipo y siento que los jugadores de ataque son los que necesitan la confianza para darnos goles y asistencias. Paulino está en un buen momento y ese gol le ayudaría, y eso acaba beneficiando a todo el equipo. Estoy contento por él y por su esfuerzo diario. Me hubiera gustado tirar el penalti, era el designado, pero son situaciones de partido».

La admiración generada al abrigo del escudo está teniendo su proyección a nivel nacional. En cada partido del Oviedo se habla de la importancia del juego del centrocampista y una vez más él prefiere destinar el foco al equipo: «La gente me está conociendo, es mi primer año en España, pero es más importante que te conozcan a nivel grupal. Si el equipo va bien, conocerán a todos los futbolistas». Y fue un paso más allá expresando un deseo: «Pienso que si el equipo logra el objetivo, todos seremos recordados y conocidos».

Nadie esconde que el reto del Oviedo es luchar por el ascenso y ahora mismo están a la misma distancia del playoff que de la zona de descenso. Queda un mes para que se pare la competición por las vacaciones de Navidad y Colombatto mantiene la apuesta por las opciones del equipo: «Es un mes importante. Después del parón empieza otro campeonato, he jugado muchas ligas largas y equipos que estaban abajo acabaron arriba y viceversa», por eso insiste en que el deber del grupo es: «Hay que ir partido a partido, no desanimarnos cuando no ganamos ni creernos los mejores cuando se gana». A su juicio, el equipo no debe renunciar a nada: «No estamos lejos de lo que queremos, estamos ahí. Lo importante es estar concentrados y tratar de lograr el máximo de puntos antes de que acabe la primera vuelta».