Real Oviedo | Un año de cambios en el banquillo

Un empate a pocos minutos del final del encuentro ante el Córdoba precipitó, hace doce meses, el cambio en el banquillo del Real Oviedo. Juan Antonio Anquela fue destituido ese día y Sergio Egea regresó al club como entrenador. Esa circunstancia, que no venía siendo habitual en el conjunto azul en las últimas temporadas, abrió una etapa de inestabilidad en el cargo de técnico del conjunto azul.

Hoy se cumple un año desde que Anquela fuera relevado como responsable técnico del conjunto azul. El día anterior, en el Carlos Tartiere, un Córdoba ya desahuciado hacía volar dos puntos y complicaba las opciones azules de entrar en el 'play off'.

Los jugadores oviedistas vencían 2-0 antes del minuto diez del partido y todo apuntaba a una tarde plácida. Sin embargo, antes del descanso, el conjunto andaluz recortaba la ventaja local y luego empataba a los 68 minutos. Joselu, en el minuto 83, pareció devolver la calma, pero, cuatro minutos después, llegaba el 3-3 con un gol de Andrés, que desencadenó finalmente que el técnico jinenese fuera fulminado.

En realidad, Anquela, que cumplía su segunda temporada en el banquillo ovetense, ya venía siendo cuestionado desde hacía algunas semanas por los resultados y la mala imagen del equipo. Era la jornada trigesimocuarta y los ovetenses se quedaban a tres puntos de la sexta plaza, cuando faltaban por disputarse otros 21.

Anquela había aterrizado en Oviedo la campaña anterior casi por aclamación al tratarse de un técnico de gran experiencia y que el año anterior había sido capaz de meter al Huesca en la promoción de ascenso a Primera.

En su primera temporada, con una plantilla plagada de extranjeros, el técnico dejó al equipo séptimo, fuera del 'play off' por la diferencia de goles. Eso le valió la continuidad, pero con una plantilla más corta y con jugadores con trayectoria en la categoría, para intentar en la cuarta temporada consecutiva en Segunda meterse entre los seis primeros.

La trayectoria del conjunto fue irregular, pese a lo que siempre estuvo de mitad de la tabla hacia arriba -la posición más baja fue décimo tercero-, pero no acabó de engancharse en la pelea por las primeras posiciones.

El discurso realista de Anquela, refiriéndose siempre a la necesidad de no pensar en otra cosa que no fuera primero sumar los 50 puntos que aseguraban la permanencia, fue entendido como poco ambicioso por parte de la afición y el mensaje acabó calando en los dirigientes azules, que optaron por la destitución del entrenador.

El relevo en el banquillo, con la llegada para su segunda etapa de Sergio Egea, no mejoró mucho las cosas. Al contrario. El Oviedo acabó siete jornadas después en la octava plaza, pero a cinco puntos del 'play off'. Tres victorias, otras tantas derrotas y un empate fueron el balance del argentino, que, no obstante, fue la apuesta de Arturo Elías para la presente temporada.

Sin embargo, Egea solo aguantó cinco jornadas al frente del equipo, después de sumar un solo punto y dejar el equipo como colista. El relevo fue entonces un hombre de la casa, Javier Rozada, que inicialmente hizo reaccionar al equipo y logró que saliera de los puestos de descenso.

No obstante, tampoco las cosas fueron como se esperaban después de 23 jornadas en el banquillo y, ya con Francesc Arnau como director deportivo tras sustituir a Michu, también fue destituido como entrenador. José Ángel Ziganda fue el elegido para tratar de lograr la salvación en una temporada en la que nunca se enderezó el rumbo. El navarro ha dirigido hasta el momento tres encuentros, saldados con dos victorias y una derrota, lo que tiene al equipo fuera de descenso a falta de once jornadas.