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Javier Calleja, entrenador del Oviedo, mostró el discurso más crítico con el equipo y su cara más amarga en la sala de prensa del Nuevo ... Los Cármenes. Todas las derrotas son dolorosas, pero cuando llegan con las formas mostradas ayer por el equipo las malas sensaciones se multiplican y dejan a todos los protagonistas sin argumentos para defenderse. El mejor resumen que se puede hacer del sentir del técnico madrileño fue su contundente respuesta a la pregunta si eran sus peores sensaciones de la temporada: «Sin duda». En una explicación un poco más amplia, el preparador azul destapó todas las vergüenzas de su equipo: «No hemos hecho el partido que tocaba para llevarnos los tres puntos, nos vamos muy jodidos porque era un partido muy importante, contra un rival directo, que hubiésemos dado un buen golpe encima de la mesa».
Si alguien esperaba disculpas, se quedó con las ganas: «El Granada fue justo ganador y no le hicimos daño». Para Calleja: «No nos hemos encontrado cómodos en ningún momento, es verdad que en la segunda parte hemos dominado el juego pero sin generar ocasiones y sin hacerles daño». Lo mejor que pueden hacer todos los implicados es evitarlo en el futuro: «Tiene que ser una lección absoluta de lo que no tenemos hacer, hay que aprender porque quedan diez partidos, quedan 30 puntos y seguimos dependiendo de nosotros mismos, esa es la mejor noticia, pero hay que demostrar en estos diez partidos que queremos estar en Primera División y no se pueden jugar partidos como éste».
En la búsqueda de explicaciones a lo sucedido, no existe una causa única. «Fue un poco de todo». Quizás lo más doloroso es no verse superado en el juego y sí en otros parámetros que son más sencillos de nivelar: «Partidos como éste, contra un equipo como el Granada tienes que igualar la intensidad, el trabajo, la actitud tiene que ser de ganador». El técnico apeló al valor que tiene el premio por el que luchan: «Se tiene que ver que cada partido es el más importante de nuestras vidas para subir».
Hace apenas cuatro jornadas, el Oviedo estaba en zona de ascenso directo. Desde entonces sólo fue capaz de sumar un punto y encajó tres derrotas dolorosas y que además fueron menoscabando la confianza del equipo y también la de un entorno que ahora mismo duda de todo. Calleja no puede negar la evidencia: «No estamos bien, no estamos finos, no encontramos el gol, nos cuesta acabar las jugadas». No basta con reconocer el problema, también hay que ponerle solución: «Hay que exigirse, ser más preciso, insistir porque ahí están las victorias».
Lo que no está en su cabeza es dejar el puesto o que le aparten de él y se ve con ánimos para dar la vuelta a la situación: «Con más fuerza que nadie, he hablado con ellos y así se lo he transmitido. Esto es un juego, al final ganar o perder depende de muchos factores, el primero que hay que buscar en estos partidos que quedan es que el trabajo y la actitud de todos esté por encima de cualquier rival».
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