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Aficionados del Real Oviedo jalean a los jugadores antes de su entrada al estadio. ÁLEX PIÑA
Apoyo total con guiños a los años del barro

Apoyo total con guiños a los años del barro

La ciudad llevó al equipo en volandas en los prolegómenos del encuentro y se engalanó para uno de los partidos de la historia reciente del club

Lunes, 17 de junio 2024, 02:00

Hace semanas que la afición del Real Oviedo ha roto todas las expectativas en lo que a apoyo a se refiere. Ayer no podía fallar y no lo hizo. Lo generado este año va a ser complicado de olvidar en los próximos años. Una ciudad volcada. Da igual si uno es aficionado al fútbol o no. El ambiente, por ejemplo, arrolló ayer a todos los habitantes. Daba igual que fueran amantes del balompié o no.

Los autobuses municipales se fueron llenando de camisetas azules. La carrera por la diversidad, que copó el centro de la ciudad en las primeras horas de la mañana, se fue tiñendo de azul y los participantes hablaban de lo que podría suceder por la tarde en el Tartiere.

Con las calles abiertas comenzó la peregrinación hacia la Plaza de Pedro Miñor. Allí se instaló el centro neurálgico del oviedismo. Quedó claro desde primera hora del día. La peregrinación de seguidores fue una constante y con el paso de las horas el ambiente fue subiendo.

A los habituales de cada previa en la zona se unieron esta vez caras históricas de los años del barro, que fueron vitoreados como se merecían. Yeray Ortega viajó desde Gran Canaria para intentar revivir aquel ascenso de 2005 frente al Ávila cuando los azules salían por primera vez del barro de la Tercera División y Aulestia trajo en la mochila el penalti parado a Kevin en Son Moix para volver a salir de Tercera en 2008. Los dos fueron recibidos entre vítores por esas generaciones que no vieron a los azules en Primera, pero que tienen a esta generación como a verdaderos héroes.

Vallado

Para los prolegómenos funcionaron y de qué forma las nuevas medidas adoptadas para prevenir problemas con el recibimiento al equipo. El vallado de la calle de Alejandro Casona impidió que se repitiesen las escenas de las semanas anteriores y así se redujeron los riesgos de incidentes y, pese a reducir un poco la espectacularidad de las imágenes, no se robó intensidad a unos momentos previos que el domingo que viene se repetirán, aunque el partido se juegue en Cornellá. El calor de los oviedistas va a seguir siendo una constante para un equipo que por encima de los resultados se ha ganado el respaldo de una afición que cree contra todo.

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