Las visitas del Avilés dejan beneficios

En el Rabanal, sin dejarnos llevar por la euforia del triunfo, una de las mitades de la grada estaba repleta de seguidores avilesinos, que también se mezclaban en la otra parte con los aficionados de un Covadonga que volvió a demostrar su categoría como club. Modesto pero ordenado y de trato exquisito con quienes visitan el Juan Antonio Álvarez Rabanal, tanto rivales como medios de comunicación y público.

Conocemos del trasiego avilesino por Tercera División las buenas formas que imperan por La Corredoria y la atención de la cafetería, con unos pinchos que reviven a los que llegan sin el desayuno hecho. Bien merecido tienen los réditos que dejaron los aficionados avilesinos, que hicieron lo propio en Luanco y en El Requexón, aunque nada comparable con el Rabanal, que tampoco olvida a los suyos. El minuto de silencio y el saque de honor de sus tres nietas dedicados al expresidente Miguel Ángel Gómez, emocionaron.

Tampoco faltó el reencuentro con exfutbolistas convertidos en fieles seguidores de sus hijos allá donde jueguen. Estaba el bueno de Segundo García Cordero para ver a Álvaro, el lateral zurdo del Covadonga. También Marcelino Elena, que está a dos bandas, la del Marino con Iván y la de Aitor, que ayer no tuvo minutos.