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Los aficionados del Real Avilés Industrial han tenido su 'derbi' en el Suárez Puerta. A pesar del aplazamiento del clásico asturiano entre el equipo avilesino y el Unión Popular de Langreo, hubo fútbol sobre un césped que lucía su mejor aspecto de esta temporada. Los contendientes se conocían porque eran todos de la plantilla blanquiazul, pero los de peto y los de camiseta gris de entrenamiento disputaron cada balón como si fuese un partido oficial, para disfrute de la hinchada que se había congregado en más de un centenar de personas en la grada de José Cueto.
El partido de entrenamiento tuvo de todo. Goles, piques entre jugadores y hasta cánticos desde la grada, con Babin y Javi Mecerreyes como protagonistas en los instantes iniciales del entrenamiento. En la banda, Javi Rozada había dejado el mando de la sesión a su segundo, Miguel Méndez, y a los preparadores de porteros y físico. A unos metros, Soler y Viti hacían bicicleta estática al aire libre, dando pistas de lo que se ha 'perdido' el Langreo al no jugar este partido, porque ninguno de los dos laterales titulares parecía al 100% para afrontar el derbi.
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A la sesión se sumaba el director general y entrenador del Real Avilés Femenino, Pedro Arboleya, en un corrillo en el que se habló del tema del día, esa enfermedad vírica de dieciséis jugadores langreanos que dejó a toda la ciudad sin uno de los mejores partidos del año. Sí, a toda la ciudad porque el aplazamiento ha tenido daños colaterales. Uno de ellos para la hostelería, con decenas de reservas de comidas antes del partido ante el Langreo que en muchos casos no se suspendieron para no hacer daño a la economía local. Fue uno de los temas de conversación en la grada entre los incondicionales que mantuvieron su rutina de día de partido: disfrutaron de la mesa y el mantel, y a las cinco entraron al campo para ver a los jugadores de su Avilés.
El entrenamiento duró aproximadamente una hora y media, y tuvo su momento álgido al final, cuando los jugadores blanquiazules, como hacen al concluir los partidos, se acercaron a la grada de animación para agradecer el apoyo. Ahí se vivió la situación más emotiva de la tarde, cuando se desplegó un tifo que se había preparado para recibir al Langreo y jugadores y aficionados compartieron cánticos, algunos dirigidos al máximo rival del Avilés en el fútbol asturiano.
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