Javi Cueto y David Momoh, jugadores del Real Avilés

«Esta remontada nos hace a todos coger fuerzas»

Ambos delanteros se entrenaban ayer lunes en La Toba con una sonrisa que era difícil de disimular en sus rostros. Javi Cueto aseguraba que «esta remontada nos hace a todos coger fuerzas en la segunda vuelta de cara al objetivo que de puertas adentro nos tenemos marcados. Puede ser un empujón también para la afición para que vea que estamos dejándolo todo para conseguirlo».

Sus acciones en la segunda parte inyectaron fe a sus compañeros en la remontada, aunque el gijonés reparte méritos. «Es un objetivo que cumplimos gracias a todo el equipo, a los que participan y a los que no. Todos estaban empujando desde el banquillo y en este caso me tocó a mí robar el balón y asistir para que David metiese el segundo gol», asegura.

Del penalti no se acuerda muy bien, «tengo que verlo repetido, pero en el momento en el que el defensa me da sé que va a pitar. A partir de ahí, empezamos a tirar la portería de ellos abajo y cayó el 2-1».

En la jugada del último gol en el descuento, Cueto fue de nuevo protagonista con un robo de balón y una asistencia a Momoh. «En el momento que veo que van a dar el pase adentro creía que podía robar el balón y que podíamos sacar partido de esa jugada, y así fue, con fe fui a robarla, se dio bien y pudimos remontar», recuerda. A partir de ahí, la celebración se desbordó sobre el césped, «fue el último esfuerzo, lo dejamos todo ahí y se demostró que lo celebramos con mucha efusividad».

El delantero blanquiazul reconoce que «para cualquier futbolista que meta goles al final es importante coger confianza y poder ayudar al equipo con tres puntos», aunque es más partidario de a partir de ahora no fijarse más objetivo que la siguiente jornada. «El partido más propicio es el más inmediato, estamos pensando en el Laredo, que viene en buena racha y va a ser un partido complicado», concluyó.

Otro jugador exultante es David Momoh. Su debú con gol incluido fue para él «un momento muy especial. Entrar en el minuto 75 y el partido como estaba y el campo como estaba, muy complicados..., pero gracias a Dios y a todos los factores pudo ser que Javi me pasó el balón y por suerte pude finalizar la jugada».

El remate a puerta entre dos jugadores rivales y ante el portero del Salamanca «fue más de intuición. En el momento en el que me crucé a Javi y me abrí, sabía que si el balón me tenía que llegar tenía que finalizar muy rápido porque tenía a dos del Salamanca alrededor mía. Es verdad que el portero es muy alto, pero le vi un poco adelantado y pensé que con el remate que tengo podía hacer que el balón suba y vuelva a bajar, y por suerte eso fue».

La celebración de gol tuvo una dedicatoria especial, ya que su familia estaba lejos viendo el partido por televisión. «Están todos fuera, pero en el momento del gol señalé hacia la cámara y le dediqué el gol a mi hermano mayor, que fue su cumpleaños hace dos días», explica orgulloso Momoh.

Al finalizar el partido pudo hablar con más calma con sus familiares. «Me dijeron que enhorabuena, que estaban muy orgullosos de mí, y escuchar eso donde estoy me pone muy contento y me da ganas de ir adelante y por más».

El nuevo ariete del Real Avilés Industrial recala en esta segunda vuelta en la ciudad después de haber vivido «en unos cuantos países por el trabajo de mis padres. Nací en Mérida, mi padre es de Sierra Leona y mi madre extremeña, de Villafranca de los Barros. Espero que pronto puedan venir a apoyarme, pero, estén donde estén, siempre mis goles irán para mi familia».

A pesar de la alegría del debú con un gol, tiene clara su hoja de ruta en el equipo blanquiazul. «Hay que seguir adelante, seguir entrenando y conseguir el objetivo del club y mi objetivo persona», concluye Momoh.