El Real Avilés impone su pegada (2-1)

Los dos precedentes de Copa Federación invitaban a pensar en alguna sorpresa por parte de los dos entrenadores, que introdujeron matices importantes a lo que se había visto. En el bando local Chiqui de Paz mantuvo su dibujo habitual pero con la presencia de un ariete puro, Alberto Ródenas, lo que retrasó la posición del capitán Natalio. Manel Menéndez dio un giro a su dibujo de pretemporada, apostando por una defensa con tres centrales, dos carrileros, cuatro hombres en la zona ancha y un punta, Sergio Ríos, que tomaba el relevo de Steven, baja a última hora.

Aunque fue el Avilés el primero en intentarlo con un remate de Ródenas, el Marino se mostraba más entonado una vez que su maraña defensiva nubló las ideas de un Avilés lento en la circulación y sin encontrar espacios por las bandas, tampoco por el medio. Apostado a la contra, el equipo gozoniego dispuso de su mejor ocasión para adelantarse en el marcador al filo del cuarto de hora. Luis Morán recibió de Iván por la izquierda para habilitar con su centro a Sergio Ríos, quien remató con la derecha de primeras en lo que parecía un gol seguro que Davo Armengol abortó con el pie en una acción clave.

Un aviso muy serio para el Avilés, que se fue entonando poco a poco hasta equilibrar la balanza camino de la media hora. Justo a partir del primer remate a puerta, protagonizado por Javi Pérez y bien atajado por Bussmann. Los dos equipos intercambiaron llegadas sin más peligro y ya al borde del descanso, Ródenas estuvo a punto de adelantar al Avilés con un derechazo lejano que sacó astillas de la escuadra izquierda de la portería luanquina.

Chiqui de Paz no modificó su plan para la reanudación, aunque el equipo avilesino fue otro desde la puesta en marcha. Antes de cumplirse el primer minuto Natalio culminó un ataque colectivo con un remate acrobático que no encontró portería por centímetros. El Avilés ya había tenido más posesión en la primera parte, pero ahora la pelota iba más rápida y el peligro acechaba los dominios de Bussmann.

Esa mejor sensación blanquiazul tuvo recompensa a los 54 minutos en una jugada por el centro. Hualde recibió de Javi Pérez y se la dio a Cedrick Mabwati, de espaldas en la frontal en posición de ariete. El congoleño quebró la vigilancia de Dailos y ante Guaya largó un disparo seco y raso con la derecha que dobló las manos del portero alemán del Marino.

El gol dejó muy tocado al equipo de Manel, que se desordenó concediendo los espacios que antes tenía bien cerrados. Un minuto después del gol, el propio Cedrick tuvo el segundo, pero ya sin aire en su llegada al área no se decidió, sin acertar tampoco en el pase a Hualde que entraba en segunda ola.

El partido estaba en el tejado de un Avilés que no ha tardado en dejar ver que tiene un formidable fondo de armario que Chiqui de Paz tendrá que gestionar. Su primer relevo no pudo ser más acertado. Kilian Grant entraba en el minuto 63 y en el 64, tras ser habilitado por Hualde, percutió por la izquierda del área y luego de superar a Trabanco, se la puso a Natalio para que el capitán anotase en boca de gol con la izquierda.

El Marino estaba en la lona y pudo recibir mayor castigo, pero Manel logró levantar a su equipo con los relevos. Omar Álvarez, en su debut, fue clave en el gol que metía a su equipo en el partido. Forzó un córner con un gran disparo lejano y lo botó en corto para que Iván Fernández redujera la distancia con un disparo ajustado al palo a los 84 minutos.

La incertidumbre del marcador mínimo no hizo mella en el Avilés, que logró cerrar el partido sin más daños y con los tres puntos en el bolsillo.