La plantilla del Real Avilés denuncia impagos por parte del club

La plantilla de futbolistas y cuerpo técnico del Real Avilés ha remitido una nota a los medios de comunicación en la que se se denuncia la situación de impagos por parte del club, que además de no liquidar el último mes de la pasada campaña y los premios por el play off de ascenso, aún no ha pagado la mensualidad de septiembre del presente ejercicio, y con la de octubre a punto de cumplir. Aunque no se manejan cifras oficiales, el total de impagos al personal deportivo del primer equipo podría ascender a sesenta mil euros, sin contar el citado mes de octubre.

El club ya tuvo problemas para abonar la primer nómina de la temporada actual, la de agosto, que se liquidó muy avanzando el mes de septiembre, que a día de hoy aún no se ha pagado. Más sangrante es la situación del cuerpo técnico y de auxiliares, que no han recibido un euro en la temporada actual.

Ante la ausencia de explicaciones convincentes y sin cumplir ninguno de los plazos que se les ha ido dando a los futbolistas para prolongar la espera, la plantilla, de acuerdo con el cuerpo técnico liderado por Pablo Lago como primer entrenador, han decidido dar a conocer en público su situación.

En la nota se aclara que el rendimiento en los entrenamientos y partidos va a seguir siendo el mismo, es decir, sin ninguna cortapisa aunque a nadie se le escapa que el problema acabará repercutiendo de no mediar una pronta solución.

La nómina mensual del primer equipo, entre futbolistas, técnicos y personal, se acerca a los 20.000 euros, cifra idéntica a las mensualidades del ejercicio anterior y de la prima por el play off. Sumando esas cantidades pendientes de liquidar y lo que se acumula en el actual, el Real Avilés debe unos 60.000 euros de sueldos, a los que en unos días se sumará el de octubre. Todo ello sin referirnos a la situación de escuela de fútbol, que lleva meses sin cobrar, tanto entrenadores como jugadores del filial.

Y todo ello en el momento de la temporada más importante a efectos deportivos con un calendario que ahoga al equipo avilesino, obligado a jugar dos partidos en 48 horas por sus dirigentes.