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Lucas Anacker se dispone a golpear el balón en el partido del pasado domingo.
«Me encantaría jugar el domingo en el Suárez Puerta ante nuestra afición»
REAL AVILÉS

«Me encantaría jugar el domingo en el Suárez Puerta ante nuestra afición»

Lucas Anacker valora positivamente su debut con el Real Avilés y aspira a que «cuando falte Guillermo la gente sepa que hay otro portero con nivel para jugar»

N. GUTIÉRREZ / S. MENOR

Viernes, 29 de abril 2016, 03:09

Lucas Nunes Anacker (Brasil, 1996) vio cumplido el pasado domingo el deseo con el que comenzó a entrenarse el pasado mes de septiembre en las filas del Real Avilés. El joven y prometedor meta brasileño tuvo que esperar cuatro meses para tener ficha con el conjunto blanquiazul, y otros tres para debutar, a la sombra de un Guillermo por el que no pasan los años.

«La verdad es que el domingo me sentí muy bien. Quedé encantado. Le agradezco la oportunidad a Pablo -Lago- y a todo el cuerpo técnico. Estoy muy contento y me siento muy a gusto en el equipo», explica en un castellano que ya domina prácticamente a la perfección. Lucas añade que «a todo jugador lo que más le gusta es estar en el campo y fue muy gratificante volver a jugar de nuevo. Tenía muchas ganas».

Pese a ser su primer partido con el primer equipo -había disputado 45 minutos antes de Navidad, en el amistoso que enfrentó al filial del Real Avilés y a la selección asturiana para la Copa Regiones UEFA-, el carioca no tuvo ningún problema de entendimiento con la defensa, a la que aportó seguridad. «Venimos entrenando juntos desde hace bastante tiempo y la comunicación es buena. Me llevo bien con todos y eso ayuda», asegura.

En lo que fue un partido tranquilo en líneas generales, el exguardameta del Internacional de Porto Alegre tuvo que realizar su acción de mayor dificultad prácticamente en el primer minuto de partido. «Al ser un campo sintético, el balón botó un poco raro e intenté despejarlo para no tener complicaciones. Al final dejamos la portería a cero, que era lo que buscábamos, y acabé el partido muy contento», sostiene.

En ese sentido, el arquero se queda con «haber transmitido seguridad a los compañeros y mi intención es demostrar a todos, compañeros, técnicos, directivos y aficionados que si Guillermo falta, que ojalá no pase, en el equipo hay otro portero con nivel que puede hacer las cosas bien. Eso para mí es muy importante».

Realizado el ansiado debut, a Lucas Anacker le encantaría tener continuidad, ahora que el equipo ya no se juega nada, siempre entre comillas, y faltan tres partidos para el final de la liga regular, y jugar este domingo frente al Gijón Industrial (Suárez Puerta, 17.30 horas), como carta de presentación ante 'sus' aficionados. «Sería muy bueno poder jugar en casa. Estoy contento por haber debutado en Oviedo, pero evidentemente en casa habrá más aficionados en las gradas y eso es importante también para mí. Que me vean jugar», enfatiza el joven portero de 19 años.

Su relación con el veterano Guillermo es muy buena, pese a que es el 'culpable' de su tardío debut gracias a la gran temporada que está realizando. «Guillermo es tan buen profesional como buena persona. Siempre me ha tratado muy bien desde que llegué y me ha dado muy buenos consejos. Antes del partido me deseó suerte y me dijo que hiciese lo que hacía en los entrenamientos, sin ponerme nervioso. Lleva mucho tiempo jugando y sabe mucho de fútbol».

Lucas volvió a jugar un partido de fútbol casi un año después, toda vez que al finalizar la temporada pasada abandonó las filas del Internacional de Porto Alegre, uno de los mejores equipos de Brasil, para probar fortuna en Europa, concretamene en España. «Allí jugaba en el filial, en el equipo sub23, y desde que acabó la temporada pasada no había vuelto a jugar un partido completo, por lo que tenía muchas ganas. De todas formas, siempre me he entrenado fuerte y estaba preparado físicamente para el reto».

El brasileño vive solo en un piso de Las Vegas, si bien no es algo que le haga sentir incómodo, pese a tener la familia tan lejos. «Desde los 13 años que me fui al Inter llevo lejos de mi familia. Evientemente los echo de menos, pero este es mi sueño, sé que la vida del futbolista es así y estoy acostumbrados. Ellos lo entienden porque saben que esto es lo que quiero, y quizá en el futuro me los pueda traer».

Un futuro del que no quiere hablar el brasileño. «Yo sólo pienso en entrenar para jugar. El tema de los contratos lo lleva mi representante, Alberto Argibay, y yo me preocupo del fútbol. Ahora mismo sólo pienso en el partido del domingo», concluye.

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