«He venido a competir y ayudar a que el Real Avilés vuelva a estar en Segunda B»

El Real Avilés ya tiene uno de los dos centrocampistas que buscaba en el mercado de fichajes. El madrileño Jorge Sáez Carrillo, de 25 años, llegaba el martes, se entrenaba ayer con sus nuevos compañeros en la sesión matinal y a media tarde comparecía en la sala de prensa del Suárez Puerta para presentarse como nuevo futbolista blanquiazul.

«Mis primeras sensaciones al ir a entrenar fueron las de sentirme otra vez futbolista. Entrar en el vestuario, ser bien recibido por los compañeros, la sesión de vídeo, salir al campo para empezar a trabajar con mi equipo...», empezó diciendo el madrileño, que echaba de menos esa rutina tras perderse la pretemporada a la espera de la mejor opción posible que ofrecía el mercado. Con unas primeras horas le ha bastado para hacerse idea de lo que va a compartir: «Me ha sorprendido, hay equipo, jugadores con mucha calidad y un vestuario sano formado por buena gente. Creo que voy a disfrutar día a día del fútbol, es lo que más me gusta y por lo que ya he podido comprobar, ser titular va a estar caro, hay muy buenos jugadores y eso supone que todos tendremos que dar el máximo para ser titular».

El portavoz del club, Daniel Codina, se encargó de repasar la trayectoria de Jorge Sáez, un futbolista de la cantera del Rayo Vallecano, en el que llegó a debutar en Segunda División, además de ser internacional sub 19. Cinco temporadas en Segunda B, tres con el filial rayista, una en el Getafe B y el año pasado, completan el cartel de un jugador que asume como buena la opción del Avilés pese a estar en Tercera: «No voy a engañarme, el año pasado no fue bueno para mi y era complicado seguir en Segunda B, pero venir al Real Avilés no lo considero un paso atrás porque vengo a un grandísimo club y en lo único que pienso es que en mayo estemos disputando el play-off y podamos disfrutar de la fiesta del ascenso con los aficionados».

El nuevo jugador blanquiazul ha firmado «un año, pero como si fuesen dos porque estoy convencido de que el Real Avilés va a subir, su categoría tiene que ser como poco la Segunda B. He venido a competir, a disfrutar, a ponerme las pilas y ayudar a que el club vuelva a estar donde debe». Esa exigencia que acompaña al equipo blanquiazul no supone un problema para Jorge: «Todos los jugadores tenemos la responsabilidad de conseguir el objetivo y eso pasa por trabajar serio para ganar partidos y estar siempre en la zona alta de la clasificación».

Aunque en el Burgos no ha vivido su mejor año, los informes sobre Jorge Sáez se refieren a un jugador de ataque, especialista en asistir al delantero como enganche, aunque en el Avilés quizás tenga que retrasarse para ser el pivote organizador: «El entrenador no me ha dicho nada, lo que sea se irá viendo a lo largo de los próximos días. Es cierto que me gusta ser ofensivo, moverme de medio campo hacia arriba, pero jugaré donde diga Pablo Lago». El técnico, por la mañana, se refería al fichaje de Jorge reconociendo que «tiene la calidad que necesitamos y aumenta la competencia en el equipo. Estamos seguros de que marcará diferencias en esta categoría».

«Un descenso increíble»

Como integrante de la plantilla del Burgos, Jorge siguió de cerca la trayectoria del Avilés la pasada campaña y no se explica el descenso blanquiazul: «No me entraba en la cabeza que tras la primera vuelta acabara bajando. Respecto a septiembre, cuando vino el Burgos aquí, a su visita al Plantío en la segunda vuelta, el equipo había cambiado casi por completo. Es una situación difícil de entender, la verdad». Lesionado en la visita burgalesa del pasado año, recuerda sus dos visitas al municipal avilesino: «La segunda fue hace un año con el equipo de AFE y de la primera no quiero ni acordarme, fue con el Rayo B y nos llevamos con cuatro goles».

El último apunte también se refiere al pasado, a una lesión de rodilla que a los 18 años cortó una carrera que apuntaba al fútbol profesional. «No me gusta justificarme, de la lesión me recuperé y jugué dos buenos años en el filial, pero no volví a dar el salto al primer equipo. No se sabe si hubiese llegado arriba de no lesionarme, puede ser, porque era mi mejor momento y muchas veces hace falta suerte».