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Nacho Gutiérrez
Viernes, 21 de agosto 2015, 01:40
Los servicios jurídicos del Real Avilés tienen desde ayer jueves el encargo de acudir a los organismos correspondientes para denunciar el posible incumplimiento de un precontrato que hace unos diez días firmó el futbolista gijonés Álvaro Muñiz con el club blanquiazul. El futbolista gijonés, que la pasada campaña militó en el Pontevedra, fichó esta semana con el Lealtad de Villaviciosa, dando de lado al Avilés, con el que se había comprometido firmando un precontrato que, según ha podido saber este periódico, tendría reflejadas las condiciones salariares y demás cláusulas, y que se haría efectivo y oficial tras la rescisión del futbolista con su anterior equipo, el Pontevedra.
En el club avilesino existe un gran malestar con el presidente de la entidad de Les Caleyes, Pedro Menéndez Tomás, quien había sido informado de la situación previamente. Pese a ello, el miércoles se anunció el fichaje en el twitter del Lealtad, que ayer mismo presentó al centrocampista y también al exdelantero realavilesino Javi Camochu, quien rescindió en el UD Logroñés.
Juanjo Prendes, director deportivo del equipo blanquiazul, ya había contactado con Álvaro Muñiz cuando se inició el diseño del nuevo proyecto. Lo mismo que el delantero cántabro Jorge Rodríguez, este pese a ser el héroe del ascenso, el pivote asturiano no iba a seguir en el Pontevedra pese a tener contrato en vigor. El entrenador granate no contaba con él para su proyecto de Segunda B tras jugar solo 16 partidos (1 gol) en el equipo de Pasarón. Tras rescindir su compromiso, se puso en un mercado en el que Álvaro tenía desde el principio como prioridad seguir en la categoría de bronce, sin que finalmente llegara a cuajar ninguna opción, hasta la surgida en Villaviciosa esta semana.
Aunque semanas atrás se llegó a publicar en algún medio que el futbolista gijonés se inclinaba por el Marino, lo cierto es que hace algo más de una semana Álvaro Muñiz firmó el precontrato enviado por correo electrónico por el Real Avilés y al que se aferra el club blanquiazul para defender sus derechos, bien por la vía deportiva o la laboral.
Cuidar las formas
En el Avilés tienen claro que «nadie quiere en su equipo a un jugador que no desea estar, y pese a tenerlo firmado, habríamos roto el compromiso si tanto él como, sobre todo el Lealtad, nos llama para hablarlo. Hay que entender a los futbolistas, si los reclama un equipo de superior categoría es normal que quieran irse, pero las formas también son importantes y no se ha respetado un compromiso firmado pese a que en el Lealtad estaban advertidos de lo que había».
El Lealtad ya tuvo un encontronazo con el Langreo cuando se llevó a Mendi hace unas semanas, aunque en este caso el jugador alegó que había renovado con la condición de poder salir si llegaba una oferta de Segunda B. Pese a ello, la directiva langreana criticó con dureza la actitud del equipo maliayo, que junto al Sporting B es el único equipo asturiano en Segunda B tras los descensos de Avilés, Langreo y Marino.
El contencioso que se abre no viene más que a enturbiar aún más las ya frías relaciones entre los dos clubes, que se vieron muy tocadas en el final de la pasada campaña por la tensión que provocó la lucha por la permanencia. El fichaje por el Lealtad de Álvaro Muñiz, a quien pretendían varios equipos de Tercera, el Avilés o el Marino entre otros, abre una nueva brecha entre los dos clubes.
Contratiempo deportivo
Deportivamente el Real Avilés sufre un serio contratiempo ya que el pivote posicional que mejor encajaba en el perfil pedido por los técnicos era Álvaro Muñiz, un pivote con presencia física, disciplina defensiva, solvencia para sacar el balón y buena llegada al área como demostró en su etapa en el Marino de Luanco.
Aunque el jugador apuró los plazos al máximo, hace unos diez días aceptó firmar un precontrato con el Avilés, en el que Pablo Lago ya tenía un pivote puro al que se probablemente se uniría otro centrocampista. La espantada de Álvaro Muñiz obliga a los técnicos a reabrir la agenda de jugadores aún sueltos en el mercado y a recabar informes que en el caso del gijonés no hacían falta por el conocimiento de su juego que tienen en el Avilés.
Además del centro del campo, el equipo necesita cerrar la portería ya que solo cuenta con el veterano Guillermo y apuntalar la defensa con un lateral que pueda actuar con garantías en las dos bandas: la derecha, sin efectivos específicos pero varias jugadores que se pueden adaptar, y el izquierdo, con un único inquilino, Borja Noval.
El Avilés esperará, como el resto de equipos, a que el mercado de fichajes de Segunda B se cierre el 31 de agosto para, con los jugadores que se hayan quedado fuera de la categoría de bronce, apuntalar su plantilla, compuesta en la actualidad por 16 futbolistas.
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