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N. GUTIÉRREZ
Lunes, 25 de mayo 2015, 22:23
Nadie, ni en la propia plantilla a la que ayer los medios de comunicación dieron un respiro dejando las entrevistas para otro día, cree posible que el Real Avilés sea capaz de remontar la eliminatoria de permanencia tras el 1-4 recibido el sábado a manos del Eldense. Pero una cosa es asumir que el descenso es un hecho y otra arrastrar más la ya muy dañada imagen del equipo tras un 2015 espantoso. Los futbolistas y los técnicos reflejaban ayer en sus rostros la amargura por una situación difícil de digerir y que José Manuel Barla califica como «una pesadilla que no puede ser verdad».
El gaditano, al que le cayó el 'marrón' de entrenar al lado de John Clarkson con el equipo ya muy tocado, trata de recuperar el ánimo, el suyo propio y el de la plantilla para buscar un final lo más honroso posible: «Sabemos que es muy difícil darle la vuelta a la eliminatoria, pero nuestra obligación es luchar hasta el último momento y en Elda hay que competir con la mayor dignidad posible. Hay que hacerlo por nuestra propia estima y también por un respeto a la afición, que bastante ha tenido que soportar y a la que no nos cansamos de pedir disculpas. Si hay que despedirse el domingo por no conseguir lo que parece imposible, que no sea porque dejamos de intentarlo».
Lo complicado es recuperar el estado de ánimo de un equipo que, por lo visto en el inicio de partido ante el Eldense, está hundido moral y futbolísticamente: «Hoy es lunes, la gente sigue muy tocada, es lo normal, todos los estamos. Pero desde el miércoles hay que preparar el partido para intentar ganarlo, esto es un deporte y no podemos darlo todo por perdido antes de jugar».
Barla aún recuerda lo sucedido en el Suárez Puerta con un equipo destrozado a los quince minutos pese a que cuenta en sus filas con mucha experiencia en estas lides: «Una persona puede tener tablas, pero está el factor humano y tengo claro que todo es un problema de falta de confianza, de muchos nervios que nos impide hacer lo que sabemos. Repasas el partido y todo se junta, nuestros fallos, la calidad que les sale para marcar los goles. Miraba al banquillo y me decía que esta pesadilla no podía estar pasando. Fue un trago muy duro y en los años que llevo en esto nunca me había pasado algo parecido».
Sesiones en sintético
Dentro de ese objetivo que Barla se marca para intentar que el partido del domingo sea diferente se encuentra la decisión de celebrar esta semana todas las semanas en el campo sintético de Miranda, misma superficie con la que se encontrará el equipo avilesino en su último partido de la temporada.
Al entrenamiento de ayer se sumarán los de mañana miércoles, jueves y viernes, en el mismo escenario. Barla y Clarkson cuentan con el mismo grupo de jugadores que han venido manejando estas semanas y ante un partido que se encara tras un 1-4 en la ida, hay que esperar cualquier cosa.
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