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Ito se liberó con un gol decisivo que tuvo una dedicatoria especial para su abuelo fallecido.
El Avilés recupera su esencia

El Avilés recupera su esencia

El equipo blanquiazul fue superior al Langreo jugando al estilo de siempre, con intensidad y la calidad de Álex Arias

NACHO GUTIÉRREZ

Domingo, 12 de abril 2015, 22:31

El Real Avilés recuperó su mejor esencia y jugando al estilo de siempre, con intensidad y la calidad de Álex Arias, se impuso con justicia al Langreo (2-1) en un clásico que tenía una gran trascendencia para la lucha por la permanencia, que está un poco más cerca del equipo blanquiazul y tan difícil como antes para el conjunto que dirige el avilesino Raúl González. Omar, en el primer tiempo, e Ito en el tramo final tras el empate de Nacho Méndez, puso en pie el Suárez Puerta con el tanto de una sufrida victoria en el estreno de José Manuel Barla en el banquillo, y el de John Clarkson como integrante del cuerpo técnico del equipo al que dirige como gestor.

El cambio de entrenador y la nueva era, que se iniciaba con el cese de Ismael Díaz Galán, fue un regreso al pasado reciente y más glorioso del equipo avilesino, en el que imperó el sistema que utilizó Josu Uribe en un dibujo calcado y con unos principios idénticos: intensidad y mucha velocidad para llegar al ataque con el último pase de Álex Arias.

Un 4-2-3-1 en el que Geni y Zazo se hicieron fuertes en la zona ancha para dejar la creación a los cuatro pequeños, Jandro y Omar en las alas, Álex en el enganche y el juvenil gaditano José Mari, que fue una aportación personal de Barla para situarlo como delantero. Una apuesta a la que solo el faltó el gol en un partido muy bueno del jugador andaluz.

Raúl González dispuso a su equipo en un 4-3-3 que no logró nunca la superioridad en la zona ancha y que acusó en su defensa, demasiado lenta, la velocidad de los atacantes avilesinos, aunque lo peor del Langreo fue su candidez a la hora de enfocar el área avilesina. Sólo las apariciones de Robi desde el lateral, con sus buenos centros o sus duros remates, llevaron inquietud en los dominios de un Avilés en el que sólo en la jugada del gol de Méndez se puede reprochar algo.

El primer cuarto de hora ya dejó ciertos apuntes de mejoría en el equipo avilesino, propiciada sobre todo por unos futbolistas que han decidido coger la sartén por el mango. El sistema de tocar elegido por Díaz Galán se dejó porque este equipo y sus modales están diseñados para lo que ayer se vio en un Suárez Puerta muy bien ambientado: intensidad en la presión para robar balones y proyectarlos sin tiempo para que el rival se coloque.

Los remates iniciales de Zazo en una falta y de Calvillo en un córner fueron el preludio de la primera ocasión avilesina generada en una incursión de Álex Arias que acabó con el balón rechazado para que Omar, lanzado en carrera, pudiera ejecutar una volea que se le fue desviada. Poco a poco el Avilés se iba afianzando en su juego y a los 21 minutos Dani López recibió de Omar y su centro, tras error de Borja Fernández, no pudo rematarlo José Mari en el segundo palo.

La velocidad de las transiciones en el Avilés acabó dando fruto en la mejor jugada de contraataque de los últimos meses. Álex Arias proyectó tras recuperación de los pivotes sobre la internada de José Mari, quien pese ir por la derecha mandó el centro perfecto al área que Omar, en su mejor versión como delantero, mandó a la red con un sutil remate con la derecha. Se cumplían 24 minutos y el Avilés ponía el partido donde quería, aunque el Langreo tampoco dio el paso adelante que podía esperarse por su necesidad.

Ante la inoperancia langreana los avilesinos mantuvieron su ritmo de robos de balón y proyecciones vertiginosas que ponían en aprietos a la zaga visitante. Omar, en una contra en la que no tuvo apoyo, y José Mari, con un zurdazo desde la frontal, Álex Arias empezando a sacar su magia en las cercanías del área, Jandro, en su mejor versión, acogotaron al equipo de Raúl, que sólo dio un aviso en un centro-chut de Robi que Alejandro echó a córner.

Camino del descanso, un Avilés lanzado dispuso de dos nuevas ocasiones, una de José Mari en una galopada sin premio por la intervención de Manu Blanco, y la más clara de Álex Arias en una jugada en la que intervinieron los cuatro 'peques' y que el mago no concretó en un exceso de regate frente al meta.

Tras un buen primer tiempo, el Avilés no se relajó en el descanso y en la primera jugada de la reanudación Jandro puso ya un balón envenenado que la defensa pudo despejar muy apurada, aunque para ocasión la que se le presentó a los cuatro minutos a José Mari tras una jugada de Álex que provocó un rebote. La pelota le quedó al gaditano en el corazón del área, con tiempo para preparar un remate afinado que por ajustado se le marchó fuera con el personal al borde de un ataque de nervios en la grada.

Extenuado por el esfuerzo, el juvenil se fue ovacionado a los 55 minutos para dar entrada al también aplaudido Jorge Delgado, Ito, que se iba a convertir en el protagonista más deseado de la tarde.

Tras un remate de Zazo desviado y una falta directa del cañonero Robi Toral atajada por Alejandro con los riesgos del sol de frente, Ito protagonizó un avance en el que su toque no fue ni remate ni centro para un Álex que llegaba para remachar. Era el minuto 65 y en el 67 llegó el golpe del Langreo con un gol muy afortunado en el que Robi peloteó largo para la prolongación área de Ortiz que se envenenó con un bote traidor para los centrales y Alejandro. Nacho Méndez medió la puntera y el balón se alojó en la red.

Los jugadores avilesinos acusaron el mazazo por momentos y un par de minutos después un remate de Ortiz se envenenó tras tocar en un defensa para irse por la línea de fondo lo mismo que pudo meterse. Pero al Langreo parecía servirle un punto porque no aceleró el ritmo ni los saques de puerta. El Avilés era el que tenía el ritmo de ataque contando con la inspiración de sus jugadores ofensivos, liberados desde la seguridad del doble pivote que vuelve a gobernar Geni, ahora con el experto Zazo a su lado.

Ito, por corazón

El gol de la victoria tenía que llegar y lo hizo de la mejor manera posible, en una jugada de listos y de despistados. Álex y Dani sacaron en corto una falta para habilitar a un desmarcado Omar por la izquierda. El avilesino puso un centro perfecto a pie cambiado que Ito estampó en la red con un cabezazo lleno de poderío, de rabia, de corazón para el jugador avilesino, que pudo cumplir su sueño de dedicarle el gol a su abuelo paterno, su seguidor número uno, fallecido el viernes. El Suárez Puerta estalló de júbilo, aunque se preparaba para el sufrimiento de un cuarto de hora final interminable, en el que Barla casi perdía la camisa a pie de campo, mientras John Clarkson, en primera fila en la grada, pedía a sus muchachos trabajo y cabeza.

Y la tuvieron porque aún con el vértigo que dan los desesperados ataques finales con un marcador mínimo, el Langreo no llegó a dañar la firme línea defensiva local. El único daño fue el que se produjeron Cerrudo y Jandro, cuyas cabezas impactaron en un choque del cual los dos salieron mal parados, aunque el lateral pudo seguir al estilo de la furia con un espectacular vendaje.

Con seis minutos de tiempo añadido el Langreo quemó sus naves y tuvo su oportunidad en el 92 con un remate de Robi que Alejandro despejó a córner. El pitido final liberada a los avilesinos, que a cinco jornadas del final de ponen cuatro puntos por encima del descenso y ahora con mejores sensaciones.

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