Directo Se empieza a acercar el Almería a la portería del Oviedo...
Joaquín, Iñaqui Marigil, Luis Castro, Gaspar, Fran Alonso, David, Marcos y Roberto, en el Juan Muro de Zaro, el escenario de sus triunfos con el Avilés en el 95-96.

«El Avilés lo puede conseguir»

Los jugadores del equipo que jugó la liguilla de ascenso hace 18 años piensan que «hay un buen bloque»

Nacho Gutiérrez

Miércoles, 21 de mayo 2014, 09:58

Casi dos décadas después del último intento de ascender a Segunda División, el Real Avilés vuelve a vivir el hormigueo de la fase de promoción. Y con ella rebrotan los recuerdos de una de las temporadas más emocionantes de la historia del club blanquiazul, la ... 1995-96, en la que el entonces Avilés Industrial se clasificó, igual que ahora, tercero. Entonces el formato era de liguilla entre cuatro equipos, seis partidos, que ahora sólo disputarán los equipos que lleguen a la última ronda del 'play off'.

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Entonces, hace 18 años, el Avilés de José Luis Quirós no pudo dar el salto de categoría, un reto que intenta superar ahora el equipo dirigido por Josu Uribe, que tras ganar en Cartagena por 1-3 tiene muy cerca el pase a la segunda eliminatoria. Y en estos momentos de euforia, LA VOZ DE AVILÉS reunió el lunes a ocho de los futbolistas de una plantilla que, sin hacer ruido, un poco como la actual, se coló entre los mejores equipos de Segunda B.

El Juan Muro de Zaro, escenario de sus partidos, fue el lugar elegido para una cita que no pudo ser completa porque algunos están fuera de Asturias, y por los compromisos profesionales y personales de cada uno de ellos. Pero para muestra basta un botón y los ocho exjugadores que se acercaron a Llaranes son lo suficientemente representativos para hablar de aquella temporada y hacerlo del actual curso, que unos siguen a pie de campo, otros por los medios de comunicación.

Un reencuentro emotivo porque todos, Iñaqui Marigil, Roberto Fernández, Luis Castro, Joaquín Alonso, David Fernández, Fran Alonso, Gaspar Rodríguez o Marcos Fanjul, son buena gente. Abrazos, bromas, anécdotas, hablar de la vida, del fútbol, del Avilés. «Qué recuerdos nos trae este campo», decía Marigil nada más llegar a la instalación, ahora dedicada a partidos de rugby y de equipos de fútbol regional. «Se me pone la piel de gallina recordando aquellos momentos. Han pasado casi veinte años pero parece que fue ayer», añadía Fran Alonso.

También tuvimos tiempo de entrar en el santuario de los equipos, en el vestuario, el que ellos utilizaron durante años: «Mi sitio estaba en aquella esquina», recordaba Joaquín. «Y las perchas para la ropa son las mismas, eso no ha cambiado, y tampoco el espacio de las duchas», reflejaba con nostalgia el máximo goleador de aquella temporada, un Fran Alonso que ya tiene el pelo blanco, aunque no por edad, porque está hecho un chaval. Como David, que aparecía incluso más delgado que en su tiempo de futbolista: «Hay que cuidarse...».

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Los más bromistas, Luis Castro y Joaquín, provocaban las carcajadas de sus compañeros cuando se enzarzaban como en los buenos tiempos: «Qué hace aquí el utillero», soltó la 'bala' de Ventanielles al avilesino, al parecer quien le puso el mote al icono del Avilés: «En Oviedo nadie me llamaba así, creo que fue él». Se les ve con muy buena pinta física y no hay barrigas. Casi están para echar un partido: «Una 'pachanguita' igual si que la podíamos organizar, pero hay que avisar a Luis para que pinte el campo...».

Otra vez Joaquín y Luis enganchados, otra vez las risas, que iban a más con la sucesión de anécdotas que unos y otros iban recordando, suyas propias, de compañeros que no estaban presentes para defenderse, de sus entrenadores, que no se pueden reproducir en papel, de los periodistas... «Nacho me daba mucha caña», espetó Joaquín a la par que reconocía sus hazañas: «En el Avilés tuve el récord de goles y de partidos, creo, pero también el de tarjetas». Más risas. «Este 'Juaco' es la leche, hay que quitarle el micro porque si lo dejas no calla, jajaja», soltaba el que esa temporada 95-96 le quitó el honor de ser el goleador del equipo, Fran Alonso, autor de catorce dianas.

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«Lo mejor de aquél equipo era el vestuario. Nos juntamos un grupo de jugadores casi todos de Asturias, descartes del Sporting y el Oviedo, los que venían de las Cuencas y la gente de Avilés. Éramos un grupo de amigos, una piña, y eso se acaba traduciendo en el campo», reconocía David el 'capi', un ejemplo de fortaleza futbolística y de educación dentro y fuera del campo». Gaspar, un lateral derecho con oficio, tercia para destacar que «en todos los equipos tuve mucha suerte por el buen trato que recibí y por los compañeros, pero los dos años que estuve en el Avilés fueron extraordinarios. Lo hicimos bastante bien, creo». Iñaqui Marigil, la seriedad y disciplina hecha futbolista, asiente: «Yo estuve diez años en este club y sólo tengo buenos recuerdos, hasta el final con la lesión y mi salida de aquí. El secreto del equipo de la liguilla era el gran ambiente, pero también que se jugaba muy bien al fútbol, teníamos una buena plantilla».

Marcos Fanjul era de los más callados, aunque tenía su guasa: «Fue mi primer año en Segunda B y pasé por todas las fases, titular, suplente y descartado. La afición pensó que venía a cubrir el hueco que dejó un goleador, Javi Prendes, pero yo tenía otras características y la verdad es que no estuve muy aliado con el gol».

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Además de Luis Castro, jugador de ataque versátil que lo mismo era extremo que ariete, y sobre todo uno de esos futbolistas que hacen vestuario, Roberto ponía el toque avilesino al equipo de Quirós: «Todos los recuerdos de esa temporada son positivos, los personales y los deportivos, que en mi caso me sirvieron para jugar después en Segunda División».

Objetivo posible

La categoría de plata es, 18 años más tarde, la categoría a la que puede llegar el Avilés, y nuestros ocho protagonistas tienen la misma opinión: «Es una oportunidad histórica y ojalá este equipo consiga lo que nosotros no pudimos». Unos más, otros menos, siguen la actualidad del Avilés y consideran que «el equipo es muy competitivo y puede hacerlo», asegura un David Fernández, que coincidió con Uribe en una pretemporada en Getafe: «Es metódico y muy intenso, lo que refleja el equipo en el campo».

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Piensan que el Avilés «tiene posibilidades de ascender y lo ha demostrado ganando a un rival como el Cartagena con un resultado que pocos podían esperar», destacan los ocho, aunque Iñaqui Marigil lanza un aviso: «La eliminatoria está muy favorable, pero ojo, lo mismo que se ganó allí 1-3 nos pueden ganar ellos aquí si la gente se confía. Eso sería un gran error». También lanzan un mensaje a la afición: «Son tiempos duros, pero el equipo se merece que el campo se llene. Para una ciudad como Avilés, que el equipo de fútbol consiga el ascenso sería muy importante a todos los niveles, por eso hay que volcarse y aprovechar esta oportunidad».

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