«Queremos jugárnosla en casa»

El primer equipo del Real Avilés se entrenó ayer en el Suárez Puerta. Lo hizo bajó un viento constante nada agradable y que provocó que los avilesinos hicieron un trabajo menor del habitual. Ya está todo listo. Poco hay que preparar. Pero Josu Uribe no dejó de pedir intensidad y sobre todo de trabajar la defensa de las jugadas de estrategia, uno de los puntos fuertes de un Cartagena que está esperando a un equipo blanquiazul fuerte, rocoso y que aspira a sorprender a uno de los 'grandes' de Segunda División B.

Álex Arias no se entrenó con el resto de compañeros debido a que tenía un examen. Llegó cuando el entrenamiento ya estaba mediado y sólo hizo un poco de carrera continua y lanzamientos en alguna estrategia. Era el entrenamiento previo a un viaje que concluyó alrededor de las once y media de la noche, cuando llegaron al hotel a Albacete. «Venga, venga, vamos», tenía que pedir a voz en grito el director deportivo Chus Bravo que recordaba a los más remolones: «Quedan ocho horas».

Toda una tortura. La misma que sufren muchos equipos. Pero los jugadores realavilesinos se mostraban contentos y confiados. Una sonrisa presidía la cara de casi todos, incluso de los más huraños.

Es el momento de disfrutar. Ha llegado la hora de vivir una situación histórica. Los jugadores lo saben. Y el cuerpo técnico también. El Real Avilés salió confiado hacia Cartagena, lo hizo con la moral reforzada y con el entrenador, Josu Uribe, pidiendo respeto para los jugadores. En unas declaraciones a la Cadena Cope reconocía que «se nos está faltando al respeto desde Cartagena» y a sus jugadores, con los que lleva conviviendo más de diez meses que «no me los toquen».

Esa es la idea del gijonés. No quiere fisuras. El grupo es fuerte, está fuerte y se encuentra en un gran momento de forma. Esa es la fortaleza de un Real Avilés que aspira a superar la primera eliminatoria. «Es la más importante», ha reconocido el técnico, para el que el camino, a partir de esta primera se empieza a allanar.

No hubo un momento para el respiro en la última sesión de entrenamientos. Fue rápida. Los jugadores estiraron dentro del vestuario y salieron corriendo para la Sidrería El Chigre para hacer la comida y marchar a toda velocidad hacia Albacete. Descansar es casi tan importante como competir y por eso la parada en la localidad manchega. Doce horas sin parar en un autobús acaban provocando un cansancio que se suele pagar. Algunos clubes prefieren viajar por la noche y descansar al llegar, pero la versión que ha seguido el Real Avilés también es válida. Y Uribe lo agradecía: «Ha sido una cosa del club. Creemos que es mucho mejor que viajar toda la noche del viernes, llegar y entrenar».

Hoy, el equipo se entrenará en la Ciudad Deportiva de Albacete a partir de las diez y media de la mañana, para regresar a comer al hotel en el que se hospedó ayer de noche, y posteriormente continuará camino hacia Cartagena.